El Esposo del Senador

rw

sabes que después de todo no t

hablar de quién se ensucia más

de mis piernas sobre la otra, echando al mismo tiempo una ojeada por los papeles de

hasta el último día de tu vida habláramos sobre quién dejó l

uelta un gruñido que sé es por cansancio e

e toca, no se mira, y no se puede hablar

de la madera de su minibar y con un carraspeo de garganta le hago saber que no me place beber ahora, por lo

temas a tratar se traten de nuestro trabajo,

tan eg

ho a

que te diga? —Ajusto mi saco sobre mi

s las fuerzas de mis malditos años resp

o, y por los problemas de su corazón no puedo seguir diciendo cosas realmente c

a su lado y pasar mi mano por su hombro—. No estamos listos par

les así, D

entarás tener esta charla

las puertas se abren dándome después el rumbo a las escalera

entonces futuro esposo que estaba sentado en el sillón de l

N

los juegos de polos cada que recoge el estiércol de los animales! ¡Ni

s, de Ronetta, de Ian y Ronett que estaban conce

oso, el cual me miró, con los cac

, Sasha, no qui

quiero es que sa

a en todo mi cuerpo se intensificó cuando volví a ver a m

ochar su corbata, su pech

do, Sasha? —Enseguida Ron

e descifrar. Su aprobación era lo q

Am

cuando apenas llegué a él lo cargué como koala en mi abdomen, sintiendo cómo hipea

ue no me dejan más que tenerlo cerca para que n

o al llegar a la sala me ha

ar

me preocupo. Así que sin dejar que me dé explicaciones lo ayudo a dirigirnos al baño para ver desde lejos cóm

cuando e

esde el espejo, co

lo qu

acue

ecto porque soy consciente que habla

bstante, alejo ese sentimiento de mí y le sonrío cuando lo veo sentarse en la tapa d

o del asc

ue ninguno de los dos pueda manejar esta situación, mi consejero me lo ha dejado claro.

familia, ¿cómo resolverás l

es del gabinete del baño y logro encontrar un

engo

a, Amser.

arla a su boca mi vista viaja a las venas de

o y aunque soy adicto a las reaccion

ga conmigo porque sabe que debe hacerlo, que no me

sos detrás de mí, lo cual hac

ms

la necesidad de ir con él, más puede el pensamiento de que alguien en l

simplemente nací más

—mi tono de v

Cuestiona con una ceja arq

manos a la cintura, caminando de un lado a otro, sintien

Gales, hijo mío —Sasha, con una copa de vino en la mano tiene una sonrisa malva

no está aquí as

estresado hijo ¿te has toma

no soy

uzo en su camino, sintiendo que ya he perdido el control—. Quítate, Darwin. Y en lugar de e

omina para no hacer de esto un día más d

todo se sienta oscuro y en soledad; pero también hace

uiero su reacción porque ella, especialmente ella, ha desea

? —La rubia alza un

toda la presión que mi cuerpo tenía y esta

a casa, p

sposo, y sintiendo cómo el pecho me duele por lo que le he hecho,

iciero

N

ms

de ve

ím

ras conduzco lo más rápido que se me permite. Po

isto a un fantas

uñ

o v

N

ces qué

ento bien

palabras ante un pequeño mareo

asiento llevándose la mano a frente y

disparan sin razón—. No quier

tereso porque no es u

faltado más de una vez

me, con seguridad,

cho desde hace dos meses y temo que de un mome

la única manera de tenerlo para siempre a mi lad

la que algunas veces suelo ser obsesivo con él. Así que cuando aquella noche ocu

ya no veo al chico que era capaz de

ho la primera cosa que des

arw

n en mi garganta casi ahogándome, así que tra

o que me hace se

go q

s palabras que mi esposo dirá y me pon

o poder rechazar la llamada de nadie, al me

la B

esposo? —dicen

lo había olvidado por completo. Ni siquiera recue

ncontraste l

, s

es te e

uando el exhalo en el ot

gustar lo

dormido, con medio cachete en su

espero acerca de Amser, ya me siento como n