Mi marido es el demonio
m
Duques de Grafton era motivo
de la señora justo dos o tres horas antes del evento, miraba por la ventana de la cocina cómo el jardín de la nueva mansión de campo se lle
me llamó y alcé la or
dy -grité salien
reparaban los pequeños tentempiés junto a las copas de bebidas burbujeantes. Era un evento espe
té, Milady! -an
Caitlyn? -la encontré sentada en su sofá viendo los j
umbro, Milad
a la cama cubierta de vestidos imposibles de elegir. Bellísimos to
zó para venir hasta mí, tomar su tasa por el camino entre
sde luego el rojo vino que había debajo de dos o tres más sería el elegido. Lo toqué con cuidado, primero el escote preciso entre tul del mismo color del vestido de se
ería ideal -seña
yo di un respingo-, ese s
le. No podía desparramar su te
e, Lady C
pedía para tener enseguida
os invitados y algún que otro baile con mi marido -decretó en su explicació
diga, Mi..La
perfecto sería para mí esa noche, me hizo sentir mariposas en el estómago.
ura para la noche y las chicas de la cocina fuero
er en olas de seda hasta el suelo. Mi pelo rubio lo escondieron dentro de un perfecto tocado dora
ras horas de la fiesta, hasta que el
se quedará dormido -se acercó a mí mientras nos retirábamos del gran salón-. Pu
, Mi
una sonrisa y le dio un beso en la frente a su
beberme una copa de aquellas preparadas con burbujas q
salido hacía mucho y mientras aquello sucedía, en mi interior se produjeron unas ganas enormes de baila
nvitado al parecer había llegado tarde y se
se vinculó entre los dos. Nos miramos más de la cuenta, más de lo permitido en la sociedad que nos rod
mer paso hacia mí, parapeteado en un elegante traje de caballero con bastón y sombre
al ostentar su título que no tenía idea de cu
sotros no dejábamos de mirarnos por encima de las máscaras y esos ojos suyos, me ponían de
oche -su voz era incluso mejor de lo que había podido imaginar. Su mano arrop
iropo poco sutil impactaron en mí como
aciones eran tan escasas como numerosas las miradas abrasadoras. Lo bueno
ó-. Pasaré una temporada con los co
gunté esquivando sus ojos ardientes. L
os en las suyas en medio del baile de sa
que quería decir y la música paró ju
ndome del codo-. Me produce cie
ro había algo en él, algo indescifrable pero que tiraba
o de pronto-, pero tengo que prob
a...? -inquir
cando sus labios a mi oído-. Det
asiad
estras narices y viendo mis ojos con los suyos unió nuest
eciente... tal vez la magia de una noche al azar que no s
me había capturado con su magnetismo me sentí en u
ron al mismo tiempo que sus manos me pegaron a su cuerpo y me entregué a aqu
os ojos sintiendo un fuego quemando en mi piel, consumiéndom
asta que estábamos contra un vitral de respaldo y t
asustada mi frente en la suya-. Yo n
us manos y su cuerpo no me daban libertad de movimientos, e
el encantamiento con su siguiente acción-. Yo sí sabía lo qu
levé la mano a la boca al ver quien era el dueño del a
o no pude moverme más que mi rostro
máscara y una lágrima de terror y estupefacción escapó