LA GEMELA EQUIVOCADA PARA EL ALFA CORRECTO
s padres. El sentimiento de abandono me envolvía mientras miraba la tierra recién colocada, como si todos aquellos a quienes ama
. Luego, las lágrimas inundaron mis ojos y una sola lágrima obstinada rodó por mi rostro. "Sí, lo sé", continué mientras recogía al bebé
bé, balanceándolo suavemente para calmar sus nervios. Mientras lo hacía, tarareaba una melodí
nido. Mi corazón latía con fuerza cuando me encontré con una manada de lobos emergiendo de las sombras, sus ojo
pretaba a Conan en mis brazos, buscando instintivamente p
enterio, pero el paisaje permanecía desoladamente vacío. Dando pasos cautelo
ullido estridente, casi como si fuera un comando. El sonido resonó como un grito de
, todo está bien - traté de calmar
erceptó mi camino, saltando con las mandíbulas abiertas, apuntando a morderme. Mi bolso fue arrojado con fuerza
de mi padre, escondido en mi bolsillo, me dio un destello de determinación. Lo saqué y lo apunté hacia el lobo que amenazaba con hacernos daño. Para mi
gris avanzó de nuevo, y en un movimiento ágil, esquivé su ataque. Sin embargo, un segundo lobo apareció silenciosa
obo más pequeño en mi espalda. Jadeando, gruñí a los lobos con una determinaci
r lobo, con un pelaje mezclado de gris y negro, avanzó implacablemente. Con pocas opciones, corrí hacia el denso bosque del Goethe State Forest en busca de refugio. Sin embargo, la velocidad del lobo era impresionante y me alcanzó antes de que pudiera alejarme lo suficiente. Sentí sus colmillos clavars
osotros, listos para despedazarnos. En el momento crucial, el lobo avanzó, sus mandíbulas cerrándose sobre mi brazo. Con la otra mano, clavé la aguja con
razo. Conan lloraba inconsolablemente, su aflicción llenando la desesperada escena. Con lágrim
sistí, forzándola a mantener su mordida. Implacablemente, continué golpeando con el estilete hasta sentir que el cuerpo del animal cedía. Con un gran esfuerzo, finalmente conseguí apartarlo,
ue yo había derrotado, sus acciones denotaban tristeza y sus lágrimas parecían mezclarse con el pelaje. Un gruñido desesperado rompió el aire, mientras el s
r, por favor, alguien ayúdenos..." Miré fijamente al lobo más grande, liberando a Conan del canguro y colocándolo suavemente en el suelo. Los lobos observaban atent
zaran hacia mí. Sin embargo, antes de que pudieran alcanzarme, un nuevo lobo apareció abruptamente frente a mí, sus colm
o con gris a retroceder e hincar sus patas en las costillas del oponente. Un gruñido ensordecedor cortó el aire mientras el lobo blanco atacaba de nuevo, mordiendo al
olvió su mirada hacia mí. Con un movimiento amenazante del lobo blanco empoderado, e
atrevas a acercarte. Ya he segado la vida de uno de ustedes, y no dudaré en hacerlo de nuevo contigo"
ro delicado de mi sobrino. Luego, volví mi atención al lobo, mis percepciones oscureciéndose mientras luchaba por levantar e