LA GEMELA EQUIVOCADA PARA EL ALFA CORRECTO
azadoramente el Alfa, haciendo que los vellos
os más hacia el bosque que nos rodeaba; la cabaña estaba en medio de la nada y no había nadie que pudiera socorrernos. Antes de decidir correr, un
su secuaz. Una loba emergió detrás de él, pasando junto a mí; sus tonos eran hermosos, una mezcla de crema y blanco, su
os humanos son irracionales cuando se sie
pecho, haciendo que ella encogiera los hombros y bajara las oresuplicar con lágrimas en los ojos,
mis enemigos, ¡no seas incoherente! –
l, garantizaré nuestra
antes me amenazaba estaba aterradoramente a centímetros de
te la aproximación d
í, ¿nos dejarás en paz para siempre? - Levanté la cabeza orgullosamente hacia él, inflando mi pecho
la lengua por los labios como si es
que caiga la noche, lo cual ocurrirá pronto, y si no soy capaz de atraparte - se detuvo, sonriendo de manera amen
r, pero fue silenciada de inmediato por su amenaza
? - Lycan mantuvo la barbilla l
murmurando por la tensión que emanaba en el b
cía comprender cada palabra que pronunciaba para calmarlo
a mi cachorro, llevándolo en seguridad adentr
, fusionándose con la piel; sus enormes garras antes dieron paso a delicadas uñas, su largo hocico fue cediendo espacio a rasgos finos y delicados
nmigo cuando regreses - su sonrisa era cálida y sus ojos amables; sentí la verdad palpable a
e mi pequeño valiente con la mano. - Voy a cuidar de otro
ó con una leve sonrisa, tomando a mi mundo en sus manos. Olfateando al b
e estará bien! - exigí,
ábilmente de su forma humana a la lupina. - Te daré la ventaja
onderme hasta el anochecer, ¿seremos libres?
indicando que esa era n
Mi voz tembló de miedo
uesta, su voz resonan
piedad! - Decla
profundamente, preparándome para correr. Afortunadamente, había sido una atleta en la escuela y aún mantenía el hábito de correr. Me di la vu
tiempo se agota, huma
sconocido. No conocía nada del entorno, salté un tronco caído en el camino, arañándome los brazos con una rama más baja
collar que solía obligarme a usar mi hermana. Unté el lodo por todo mi cuerpo, con la esperanza de volverme "invisible" al olfato de la bestia que me rastreaba. Continué corriendo aún más a