Mi nombre es pecado
: BA
sión, esa claridad que eriza el vello de mis
í y cómo fué que llegué a convertirme e
enojona, hablaba a gritos, no tenía miedo de dar su opinión, nu
u salvajismo con vestidos caros, siempre acababan terriblemente sucios, pues su entre
portado y uno que jamás dudaba en obedecerla. La razón fue porque quede h
n esta situación. En ese momento yo no lo sabía pero mí presencia en la vida de Tara, repr
ortunidad o ante el menor despiste de nuestros padres, ambos solíamos escaparnos para estar juntos y pasar tiempo de amigos, per
s e incluso imaginaba el calor de ellos al ser
una erección c
ntaseando? -Sonreí con vergüen
puesto qu
dec
azón, ¿sabes? No te olvides n
Pregunté y rodó sus ojos
en tú vida por una razón, otras durante una
es de esas que es
ntien
para salir del paso. Pero no
sta noche mantendrás distancia
o, mamá. -
os la había ayudado a esca
zándome mucho, res
, más
abía coqueteado con ella, había desobedecido a mí madre en todos los sentidos y lo hab
ué tenía qu
an para eso, dentro de poco iría a una unive
ara que yo pudiese ser aceptado com
eres» y pensé en mí propia conclusión: «Voy a descubrir pr
e los invitados hasta llegar al s
de un discurso, que resultaba ser inspirado
uelas públicas, y también que quería que dichos niños tuvie
s, dando como resultado muchos aplauso
cie
a razón
mbre de gr
altanera, incidiosa y desag
mocosa!. Y, tú lo has arruinado. -
icamente americanos, también se veía
econocer de qui
e con el que Tara jamás sería feli
iendo? - Me acerq
bre mí ropa. - Señaló a mí hermanita Iris que estaba
je que te quedaras en casa. - Tomé s
Beringhelis, me
piojosa de aquí.- Escupió con desdén y sus
ella es mí hermanita señor,
Comenzó
portara si es o no tu he
rginales!. - Apreté uno de mis puños tratando de c
hacía por
Es el señor Domenico quién lo hace. - Re
amo y señor de este lugar tú y tu fam
Di un paso al frente para encararlo p
resentación de mí futuro yerno y marca
- La voz de Doménico desde el es
, ahora me voy a conocer a mí futura y hermosa
era que ella ya lo dejó plant
*
iempo de
, mí compañero de piso me
otro lado. - Repetí mientr
serio... Sabes muy bie
el campus he visto que muchos duerme
e yo pase la noche en vela en una cafetería? - Lo ignore mientr
r y lamento no haberlo hecho, había pa
ue me iría a una universidad lejos de la suya
yame en esto. - Le pedí y
ano. - Esbocé una amplia sonris
o una de
con esta son varias. - Ladeo
iré por las escaleras de incendios. Y p
meses Tara me había llamado
o el tren
que estoy en
renéticas cómo si tuviese que so
on Aislyn, voy d
os de ser nosotros, debo verte y me da ig
camino; de verd
yo no podía d
podía
cía la salida, en menos de tres m
en su cintura y cuándo lo hizo sonrió hac
án... -
la necesidad me dominó, era un anhelo tan intenso, puro y potent
unda que los tiernos besos que compartíamos en el pasado. Y, maldit
estar aquí s
rte. - Contuve el aliento par
Lo
ue hayas venido. - Co
si alguien te reconoce, inmedia
e ambos reposamos sobre mí cama, tenía su mano entrelazada con l
adre, ¿cierto?. ¿Te vas a casar con
stá decidido. - Respond
no pienses que iré a tú boda. - Gire mí vi
sa de nadie, además te pro
nde. - Dije de manera impert
Retira lo dicho, Se
amente en la cama, su rostro enojado se tiñó
... Su m
estúpido apodó voy h
ita, mí Ama... - Comencé a r
sobre mí pelvis, la respiración de ambos estaba acelerada, aunq
este ángulo sus fraccione
on el roce de su entrepierna me produjo una en
ue dejo de
muy bien y en ese preciso momento mí mente ardía
er! ¡
pensamiento de índole sexual, cuándo fui ap
s que hace
no t
encima de su cabeza, sus pequeñas pero bien definidas tetas c
dal por mi cadera hasta que me
Pidió ella.
s pantis y cuándo ví el nacimiento de su
oltarla nunca, ser su pr
que se enejoria. - Lo siento,
n. - Se humedecido los labios
to, nunca quise hacerlo con
Pregunté
De nuevo me der
ensaban sus músculos al sentir mí toque, los dulces
s oscura de su pezón su cuerpo se contrajo con ta
tomar un preservativo de la me
ron ni un segundo, mientras ella se subía lentamente para cabalgarme, e
que te
Rechazó mi ayuda y coloco la
jadeo cuándo comenzó a entrar lent
regunté cuándo iba
í y
su rostro tenía un
ndo mucho, lo siento. - Inten
uy excitado, comencé a dar embestidas lentas y suaves pero al final no pude
tonces, ella negó con su cabeza rodeando mi cuello
por favor.
oño apretárse en mí polla, mientras que esta se sacudía salvaje
rpe con ella. - ¿De verdad estás bien?. - La abrace
ver
ero luego
urrucándose en mí pecho para
lver hacerte d
- Bostezo y se q
ués acaricié
Tar
¿S
Echo su cabeza hacía atrás y pude
me gus
istad se desmoronaron, fui feliz dentro de ese infierno.
undirnos es esta habitación y durante un