La noche que te convertiste en la madre de mis hijos
ai
y mi prima, pero me sentaron mal. Mi prima decidió llevarme a una habitación del hotel donde
ue dos simples copas me embriagan
y con la ayuda de otra amiga,
ebe agua para que no te deshidrates, espero que tengas una dulce noche"- oí que me dijo Maryori.
eres genial, te
abios, así que tragué el líquido que mi prima me daba, suponiendo que era agua. Detecte que tenía un sabor extraño, pero pensé que era debido a mi actual estado, que ni detectaba el
hacían agonizar, me movía inquieta por la cama, intentando aliviar ese calor. Quise desprenderme de la ropa, pero debido a mi embriagues y mi falta de coordinación no podía, esto me provocaba más estrés, así que gemía de
rm
e su oficina, pero lo iba a averigua. Decidí seguirlo. Nunca nadie me la jugaba, menos un el asistente del abuelo. Mientras lo seguía, eche de meno
la seguridad del hotel, continúe mi camino tras mi presa traidora. Casi estaba disfrutando del previo hasta que le diera caza, con las manos en la masa, no
bía jugar en el barro. Así que cuando lo vi entrar, en el ascensor del hotel, fui detrás. Cuando llegué al pasillo, lo oí hablando por el móvil, mientras caminaba hacia la habitación para reunirse con el comprador. Mis so
echo. Sé que me lo voy a pasar bien"- la sonrisa que se perfilo en la cara de ese mal nacido me dio asco. Así que envié un mensaje a mi per
acaba la llave maestra que tenía guardada en mi bolsillo, ser el dueño de la cadena de hoteles que
do que drogar, porque así apenas te darás cuenta de lo bien que nos lo vamo
te, casi ni podía hablar con coherencia, estaba luchando con ella mi
iolador. ¡Tu asistente es tod
en de la víctima,
condes, rata?"- le dije interru
onsciencia, estaba la mujer más bella que había visto nunca, su cara estaba roja por lo que me imaginaba que eran las drogas que le habían administrado. Sus gemidos denotaban que estaba luchando a
detectado por la rata Gartner, así
a. Cogí mi teléfono y avisé para que lo vinieran a recoger. En segundos, mi jefe de seguridad, mis guardaespaldas y el personal de seguridad del hotel, lo apresaron y lo sacar
traidor le dije a Martin, mi jefe de seguridad, que se ocu
n la intención de bajarle el calor que le provocaba, lo que me sospechaba, por las quejas y
po, finalmente la introduje en la ducha, pero como se movía tanto y casi no se podía sostener, me quite la chaqueta y los zapatos y entre con ell
gua te enfríe. Aunque, si te soy sincero, a mí me gustaría bajarte la
elva del Amazonas, aunque se notaba que aún estaba bajo las influencias de las d
tí sus labios, todo mi cuerpo se incendió y por un segundo casi pi
a que el calor de tu cuerpo descienda y así puedas controlarte mejor"- la apoye contra la pared de la ducha mientras la acorralaba con m
po se encendió al instante, su cuerpo curvilíneo, la gran turgencia de sus senos, y
s saqué de mi bolsillo del pantalón mi iPhone. Me alegré de que se pudiera meter en el agua, porque ahora mismo ambos estábamos bajo una catarata de agua fría. Lo encendí y lo coloque de manera que nos grabara a ambos e inicie la grab
a sus besos, me deje llevar y comencé a corresponder a sus besos y a tomar posesión de sus labios, mientras la desnudaba, nos arreb
lviendo loco, no necesitábamos saber nuestros nombres, ni hablar, ya nuestros cuerpos se comun
ai
u boca acaricio mis pechos, y beso mi pezón grite de autentico placer y locura. En un momento sentí sus dedos en mi interior, y mi desconocimiento de este tacto, me hizo retraerme en un principio, pero, bien las drogas, el calor, el placer que el despertaba en mi o la mezcla de todo, que él me provocaba, me liberaron de mis mi
nte, el entro en mí, sentí como si me partieran a la mitad y un dolor agudo me atravesó entera, no puede evitar gritar
ba a adaptarse a su tamaño, disminuyo el dolor y comencé a sentir placer, no lo dejé, en
e he vuelto una cualquiera?"- pensé, pero no pude responder a estas preguntas, ya que las pal
contrato conmigo, desde esta noche serás mi mujer para siempre, eres mía y ningún hombre podrá tocarte ni poseerte, dejare grabad
quiero más... quiero más!"- mi cuerpo
o me pertenecía, era parte de él. El placer y los estallidos de locura, al sentirme flotar se sucedieron toda la noche. Me hizo sentir tan conectada con él, como con ningún otro ser hu
le suplicara que me hiciera suya, una, otra y otra vez, era la mujer que ese desconocid
otros libros de la serie, mi orden de lectura sugerido es el primero "La noche que te convertiste en la madre de mis hijos", segundo "Promesas entre hielo y fuego", la tercera seria "La amante contratad