El guardian de mi cuerpo
fí
ía muy a gusto con el papel que iba a desempeñar en todo esto, no me sentía una heroína, ni el arma definitiva, como me había llamado Samary. Vamos que yo no era Lee
erida Vicky, ya que el microchip que llevaba yo implantado era biológico
echo, ella tuvo que donarme sangre cuando, en el tercer año de carrera, cometí la estupidez de subirme a una mot
aceptarla, sin rechazar, a ese nuevo elemento nuevo y desconocido. Desde que me lo inyecte, apenas lo he notado, ni
siempre, porque al ser de origen biológico, muere fuera de mi cuerpo, se mantenía con vida en la entraña jeringuilla, gracias
caba me inundaron, no estaba prepara para lo que se
enfado, suelo ponerme roja, como una manzana royal, y si intento controlarlo es peor. Algo, que sólo mi m
do, yo no era buena para esto, o para nada de lo que esos cuatro, dentro d
la piscina donde sabía, como me había explicado Samary, había bañadores sin estrenar para invitados, y toallas. Cogí el primero q
en su máxima expresión. Era como una maldita Jessica Rabbit, de uno ses
s curvas que una carretera de montaña. Siempre que le había preguntado a mi m
todos tus familiares, incluido tu abuelo y tu padre mexicanos, y la estatura de tu madre y tu abuela, que somos peruanas, una mezcla perfecta, que te hace ser lo mejor de todos nosotros."- y ante esta explicación quien d
hombre, que una posible candidata a desfilar en una p
ini turquesa que trataba de tapar lo más que podía, ante tanta amplitud de carne expuesta. Di gracias que nadie estuviera en la zona de la piscina en este momento,
este se pegara a mi cara y mi cuerpo, hasta más abajo de la espalda. Pensaba cortármelo, antes de empezar mi master, ya que en los dos años que llevaba viviendo en México, casi no tenía tiempo de ir a la
un gran árbol, alguien con un casco de motorista puesto en su cabeza, unos
a en la toalla para sacarme, una voz
ado, no estoy para nada interesado."- apenas entendí lo que me dijo, sólo vi a un hombre alto, muy alto, en fundado en una chaqueta de cuero, que no evita ver la amplitud de sus espaldas,
eparé para defenderme atacando, en seguida hice uso de mis conocimientos de Krau magan, y comencé a atacarlo, él a principio se sorprendió de mi reac
ada en el suelo con ese hombre aprisionándome con su fuerte y musculado cuerpo, y con su mano, en sit
cuperar el aliento, ese era otro error de principiante que cometí, por
dijo moviendo sus manos por mi cuerpo. Ese estú
ver su cara, así que no veía sus expresiones que me ayuda
e sabe cómo puedes reaccionar algunas mujeres despechadas."- por su v
manos, en cuanto me levante."- sabía que, si ese hombre me iba asesinar, pocas probabilidades había de que yo volviera a lev
za y de ira, pero no sólo fue porque me despertó esos sentimientos oírlo, fue también porque en ese momento sentí que, a la altura de mis caderas, osus manos ascendían por mis caderas, yo ya sa
- la voz autoritaria del señor N
oz de Valerie, me detuvo y me hizo mirar a mi atacan
, por un momento, mi cuerpo reacciono al mirarlo, ese hombre rayaba la
sudor, esos ojos que no sabía si eran negros, marrones o cualquier otro color, pero si se veían muy oscuros, tanto que, al mirarme, sentí mi cuerpo temblar de nuevo. No
do atroz, sino que me había manoseado, y ahora se reía. Sin pensarlo y por puro instinto, de un movimiento de
cruzando mis brazos a la altura del pecho, mientras las
a los novios!"- esa frase dicha por Samary nos hizo mirarla desde distintas posiciones, yo de pie, y
- dijimos los