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Proyecto criminales

Capítulo 5 4

Palabras:3538    |    Actualizado en: 04/04/2024

Tiene los labios rojos e hinchados y me imagino los míos iguales. Sonríe tímida y se levanta de encima de mí bajo la mira

rme con extraños ¿Sabes? –dic

o un extraño –la corrijo

y se pierde entre los alumnos camina

s por la mañana, último día de la semana. Al parecer son tan gilipollas por aquí que no se dieron cuenta de nuestra fuga del

por fin mañana podremos despert

olla en la ventanilla del coche patrulla aprovechan

los nervios. Tenemos que correr hacia el instituto nada más nos bajemos del coche, porque los

a mano por el pelo que le cae sobre los ojos por tenerlo moj

lo hagan. Te van a comer vivo cuando me vaya, mac

icía nos da unas palabras antes de abrir lo

coches, pero mi vista recae en la morena que lleva esta semana rondando por mi cabeza, lleva

ón c

que se moje más estando fuera y esperando a que todo el barullo pase. La coloco delante de mí y empujo a algunos, porque otros directamente se apartan de nosotros sin necesidad de que les diga nada.

igo, revolviéndome el pelo con inten

pero en mi defensa diré que nunca he hablado con una persona cómo él –, y sí, s

ue esto la gusta, quiere que la bese, y más de una vez ha sido ella quién me ha besado a mí. Sube las manos por mi pecho y desabrocha mi chaqueta de cuero para poder meter las manos por los lados de esta en busca de calor. Es

arme de ella y ver a unos cuant

ando las manos contra mi camiseta. Vuelvo mi vista

mirarme a los ojos puedo ver su maquillaje corrido, bue

r debajo de sus ojos y le enseño el c

llo contrario, dónde están las clases de los de primer y segundo año. Nos miran curiosos,

de hombres, y sin más, la empujo hasta el de hombres y me meto con e

pero se la escapa una risa –

pasos hasta estar detrás de ella y apoyar mi cabeza sobre la suya, juntando nuestras cad

ngo que ir a por ti el día seis –cambi

ado, así que procura que un polic

¿P

y cojo su mochila del lavabo

el camino hasta clase, aprovecho que el profesor no ha venido todavía para descansar unos minutos hasta que llegu

verle dormir en mi clas

pingüino, delante de mí. Me mira de brazos cruzados y con el ceño ligeramente

no me mires, fija la vista

l mirarla está aguantando la risa co

clase, no su

, si esto fuera mi cuarto ya habr

ora se posa en la Diosa que tengo al lado; se ha puesto la capuc

la hace gra

se el labio. Sonrío y bajo mi mano a su muslo, dánd

voz demasiado aguda, y las risas

corrige –. N

con un tono de voz qu

r, ¿Me toma us

intentando no reírse, y la profesora

con la cabeza gacha,

sus andares raros hasta su escrit

s y solo yo la escucho. No tengo muy claro en qué hora estamos, pero me da i

hora

inutos para e

ie

puedo salir al patio con Elías y

a me rozan por el miedo, así que me es más fácil encontrar a Elías y a Roxana. Casualmente están apoyados en la puerta de su clase esperándome, y sin más me p

o del asco ahí den

bo de d

de metal. Roxana no tarda en sentarse encima de las piernas de mi amigo, y un grupo de chi

as paredes. Las mesas están desperdigadas por el sitio amplio, y esto ya está abarrotado con las personas caladas hasta los hue

s cuatro chicas que se han sentado libremente alre

. Es una puta mierda, pero a ellos les gusta. Él solo la quiere pa

urra a mi lad

sita calor para tocarme el brazo. Sonrío de lado y mi

fo

la voz me sale in

o después sonríe maliciosa y se pega má

ntas veces, y sin abrir la boca me levanto de la silla bajo la mirada de los de la mesa y e

as clases, y al estar dentro la chica suelta el paraguas

y secretaría, y acabamos subiendo unas escaleras hasta el segundo piso,

dome en un cuarto de limpieza. Tiramos las mochilas al

ra chica... Isis, se llama –ja

¿Y

piernas, y la pego a la pared bajándola los pantalones ajustados y las bragas de a

es y sin calzoncillos mientras sus manos me la menean con fuerza. Me deleito con el placer que la morena me da, y beso su cuello mordis

c –g

primo la risa. ‹‹ ¿

se, mientras pueda meterla me vale. La estoy utilizando del mismo mo

te a atrás con lentitud. Cojo su cabellera morena y la obligo a mover la cabeza más rápido mientras muevo las caderas y que me la chupe más. Pasa la lengua repetidas veces por mi polla a la vez que sigue moviéndose. La presión en mi polla aumenta, y suelto un gruñido al correrme en su boca. La morena se levanta y se limpia los l

ás cuidadoso ¿

no l

el condón y lo tiro en laguna parte del pequeño espacio. Se apoya en la pared

so la mano por el pelo co

hacia mi siguiente

con las manos en los bolsillos hasta la clase. Algunos han decidido quedarse ya aquí en l

mi mesa del fondo, solo, y veo entrar al resto de estudiantes con la ropa y el pelo mojados. Hay algunos que entr

tando no llamar su atención y que parezca que no llega tarde. Cor

entregarme el traba

me levanto del asiento cogiendo la hoja

on la clase, Azael –me alienta

lica que no tenga modales o que no

nas miradas encima y me cruzo de bra

a me recuerda a cuando era más pequeño y en mi colegio rompí una por poner pe

lpable de ello, dando con una chica pelinegra que me guiñ

en la mochila y

minando por los pasillos detrás de Isis para ir a educación física. No tengo pantalones de chándal, principalm

–me explica Isis –, después o hacemos cosas li

la puerta de metal para que pase delante de mí, aunque solo lo hag

y me dirijo directamente a las gradas d

–me pregunta la castañ

a dar clase con vaqu

los pasos de Isis seguirme por detrás. La miro alzando una c

como si yo fuera su padre y tuviera q

e la quito de las manos p

imiento, que es a lo que me dedico toda la hora: a mirar su culo moverse mientra

s compañeros? –me reprende el profesor, que más parece u

además de que

uge, y me contengo para no levantarme de

del reformat

to y da una zancada at

er

puede no fuera a decir eso. Abre más los ojos y asiente

r admirando el culo de

imero de todos dejando la mochila de Isis en la grada. Me hecho un sprint hacia el local, y acojo sitio en la mi

el intento de sentarse encima de mí, pero me separo

is al reformatorio? –

la, un pitufo pasa

sas de hacer ejercici

ez Elías, que está m

nrojada al haber sido descubierta, y sigue hablando con la chica que se parece a ella. Yo diría que son hermanas, pero

y –se presenta la morena

n busca de calor. Quito mi vista de Isis, que pone los o

iga

. –se muerde el labio coquetamente y

n la silla deseando ac

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