Atrapada (Sin salida)
esar lo ocurrido, porque en ese mom
de Vladimir sonaba llena de júbilo —¡Alexei Petrova
qué momento había aceptado esa absurda propu
esto? Yo... su voz tembl
tono —Alexei es un buen hombre, Anya. Sé que cuidará bien de ti. Y junt
que no tenía opción, su abuelo no la
. Que se haga tu
primavera moscovita. Anya se miró en el espejo, apenas re
ó su tía, con lágrimas en los o
e debería ser el día más feliz de su vida, pero en cambio, s
, entrando a la habitación
azo de su abuelo y se dejó guiar hacia la l
s florales opulentos, una orquesta en vivo... todo gritaba poder y riqueza. Pe
el recinto, Anya alzó la barbilla y comenzó a caminar hacia e
Petrova la esperaba con una expresión indescifrable. Sus ojos verdes se
ese aura de peligro y sensualidad... era él. El hombre de
irada se endureció con una mezcla de sor
Alexei le tomó la mano con
—debí imaginarlo, lo pla
eció ante
bía quién er
ñita mimada que juega con los hombres para luego botarlos. Pues bien, ah
é lío se había metido? Pero no tuvo tiempo de res
ndo llegó el momento de besarla, él la tomó por la nuca y estampó sus labios contra l
uerra silenciosa que acababa de desatars
cia, una maldición, Alexei estaba decidid
ntre la multitud, mirándola con una mezcla de rab
. Tenía la sensación de haber entrado en un nido de víb
ia. Invitados elegantemente vestidos bebían champán e i
cional vals. Pero lo que debería haber sido
cuerpo con fuerza excesiva, sus
entre dientes —que todos
or dentro quería gritar. La fars
ta, fragmentos de conversac
ba a casarse con Misha Sokol
ió de novio como de vestido
amarlo con locura.
o Alexei Petrova, hasta yo
ría defenderse, gritar que ella no era así, que las ci
labra. ¿Con qué clase de mujer se había casado? ¿Una veleta que cambiaba de a
ior, envenenando cada pensamiento. Apretó su
astimando —
ruñó él —esto es
en el salón. Los invitados jade
o paso a empujones hasta la pista de baile. Cayó de r
do —perdóname. Fui un estúpido, pero te amo, sie
lizada, su corazón
tando de zafarse —no hagas esto
ollozo desgarrador —no me rendiré, lucharé por ti, contra él,
cena con una calma mortal, decidi
las solapas, levantándolo del
esposa ahora. Mía. Y no comparto lo que es mío. Así que más te vale desaparecer de nuestras vidas
sorbitados de terror,
n tembloroso. Luego tomó a Anya del brazo y la arrastró fuera de l
red, presionó su cuerpo contra el suyo en
su aliento cálido y peligroso en el cuello de Anya —empeza
ión, la cercanía de Alexei, a pesar de sus palabras cr
n gesto desafiante —mi pasado es asunto mío. Y en cuanto a le
y hambriento, por un momento, Anya pensó que iba a b
apartó bruscamente, como si
tengo derecho a exigir tu lealtad. Pero ten por se
dejando a Anya temblando contra la pared, con el corazón acele
dos cotilleaban y especulaban sobre el futur
dos por Alexei, por su oscuridad, su
les esperaba, otra parte, la más secreta y primit