Anal con el padre de mi amiga
as follando perezosamente, pero esta
irió Natasha. - Quiero sentir u
blaba de excitación, y yo misma tenía curio
e que estaba previsto una orgía con su pa
bsoluto para prepararse mentalmente para algo así. En su cara apareció una expresión de so
use la palma de la mano sobre la de Pashka; él no retiró la mano, e incluso asintió levemente, invitándome a actuar. Ante eso, Pashka
Natasha, esperando que el chico confirmara sus palabras, no
ntó ligeramente,
omento, tengo
e mear? - pre
entrometerte así? - le pre
ño? ¿Quieres un hombre o no? Pashka es guapo. ¡Tiene una polla in
que todavía
¿Te lo ha dicho? - pre
cogí de hombros. - Y por si no lo recue
cómo y qué hacer. Tengo tantas ganas que me arde
- No queremos que huya y le diga
a ningu
u asiento, intentando no mirarnos. Natasha
o empezó seg
le los hombros con sus largos dedos. - He oído que los hombres necesit
entonces su polla estaba a punto de rasgar la tela de sus pantalones, y era claramente visible que Natashka
temblaban las manos, su respiración se interrumpía al pensar que había una tía casi desnuda a su lado, y
atasha: tenía las mejillas encendidas, los pezones asomaban a través de la tela de la ropa y le miraba la ingle. No era la mirada de una chica educada, era la mir
ha buscó su polla, l
ecé a jugar con él primero, ya te has
erminado -objetó N
narás m
iera fingí, sino que bajé las manos, agarré la tela de sus pa
sconde aquí, eh
an erectos, y entre mis piernas brillaba una vagina lubricada, cubierta por dos labios oscurecidos e hinchados. Abrí más l
mojando la cabeza entre mis lab
e mi cabeza sobre su polla y me quedé inmóvil, disfrutando de él en mi boca, acariciando sus tensos testículos con mis dedos. Levanté la cabeza, le miré a los ojos y empecé a chupársela lentamente,
merme la polla con la lengua, jugando con la cabeza. Al principio se sorprendió, pero luego emp
por la boca? Nada, ten paciencia conmigo un rato
a muy bien... Las chicas sois el
entada, enseñando a un tío a follar. - Pronto tendrás a tu compañero en mi húmeda y caliente raja.
staba hablando a mí. Estaba lamiendo los
principio dudaba, pero ahora
la mía, era pequeña y rosada, como la de una jovencita, y sin un solo pelo. Acomodándose el pelo detrás de los
Natasha resultó ser aún más pervertida que yo: a menudo interrumpía el proceso para hundir la nariz en su ingle e inhalar su aroma
ntiendo cómo su polla se tensaba entre sus manos.