Aquí Me Encuentro Contigo
ado a ser ignorado, apretó los dientes y soltó c
e presentó frente a Alic
arse cuenta de lo que estaba pasando, el hombre levantó la mano y le dio un golpe en
suave brisa hizo ondea
a un desastre, había ropa
rostro ligeramente enterrado en la mullida almohada. Sus her
s y dos huellas rojas ma
ejando entrar lentamente la luz con los ojos entrece
ededor. Ella reconoció los inusuales muebles de la habitación y
s del día anterior. El hombre de traje ne
e est
e la cama, pero sus piernas no podían moverse, e
ano?". Una mano pálida se asomó por deba
quitó la mano de encima y se puso de lado doblando las piernas hacia el borde de la ca
niño pequeño de piel clara se cayó al suelo. Él se f
lice, agarrada a la
r es cuidarme". Tras pronunciar esas palabras, el pequeño se subió a la cama. Su hermosa cari
rotó la frente pensativa. ¿Cómo terminó com
ación. Cuando por fin lo hizo, sus ojos se abrieron de par en par y preguntó
ella. "Mi nombre es Hiram Lan, pero puedes llamarme Hiram. A partir de hoy serás mi madre. Te llama
padre y su abuela lo acompañaban al crecer.
preguntó por qué nadie le
repente. ¿Cómo podía contratar a algu
batido, Hiram hizo una mueca. Su encantador rostro
bebé. No permitirías que me fuera de tu lado pa
a un bebé, que le fue arrebatado justo después del parto. Ella lo agarró desesperadamente
o? ¿De verdad había d
u madre se pondrá triste y se molestará". Alice se masaje
re", respondió
lo tomó en sus brazos. Ni siquiera las
tan afectuoso que lo
una madre, no e
e?', pensó ella
chica vaciló y se
r encima de todo". Alice levantó instintivamente l
a ahora la mis
nte ese pensamiento, aunque se preguntó
lver a verlo. Y si lo hiciera, le
am con indiferencia, sinti
suaves que las de su
dre". La joven retiró la mano y se levantó. Tenía que en
mi mamá! Aquí tienes el pago de los tres primeros meses por adelantado". Con una expresión
cheque era real, pues creía que sus planes de
e lo hubiera d
niño parecía tener co
da con un traje de negocios, con papel, bolígrafo y otra
mi madre. Si no tienes ninguna objeción, fírmalo. Te sugiero que lo hag
ro!', exclamó ella
ontrato y lo leyó. Los términos estaban tan b
cuparse. Hiram cumple con su palabra. Le
tomó el bolígrafo y firmó el documento. Sin embargo, se int
el contrato dentro de la carpeta,
do de su padre, y que la despistad