Encrucijada de sentimientos
s de Zahid, aunque casi no se veía,
sona, pero esta sociedad te ha hecho pasar por alguien malo, todo por culpa de la forma como te co
tema que es un tabú en el medio por el que te mueves. Pensé que solo eras una
de la manera que yo lo quiero; sin embargo, no ando llorando y, aunque así fuera, no creo que tenga algo de malo. Todos en c
s y no nosotros. Así que deja de decir absurdos porque nunca
ulas lagrimales puedes llorar, lo que pasa que la sociedad
forme avanzaba podía sentir la mirada de Zahid en mi espalda, no enten
o para llegar a la carretera, me di prisa en manejar, ya que aquí se ponía el camino imp
lpee el volante —
ué la cabeza. Una moto se detuvo a mi lado. El conductor
si me podía ayudar. Com
co, por un demonio. ¡Qué tonta que fui al pens
rido Zahid, necesito de tu maravillosa ayuda porque fui una torpe en meter un c
oto contigo. Hasta el momento solo lo he hecho con Selim, ya que es sumamente cuida
de que oscurezca. Nunca se sabe qué clase de animales salvajes puede traer la lluvia y al ver tu piel tan tierna, van a ver carne fresca. Ya te imagino en primera plana y en to
pila y con la mala suerte que no tenía ningún cable para cargarlo con el coche. Al final no
o, Kenna! Solo a ti se te ocurre corre
abas a alguie
na se encontraba Zahid, él sonrió ladinamente
mo, no tendrías a alguien que te lleve a
tu moto y lleg
las manos con sangre! ¿Acaso piensas matarme? ¿No tienes miedo
timo en tono suplicante — tengo una salud frágil aunque n
e había dejado ahí, pero sabía que no era capaz de hacer e
otas llenas de lodo —. No tengo una alfombra roja, pe
momento en que mis pies iban a tocar el lodo, é
mitiera que la princesa toque con
o hice, al final estaba sie
da y sin ninguna dificul
casco — no tengo otro e
es de ponérmelo miré a Zahid —.
mientras me veía hacia atrás con el rabillo de su ojo — anda, ponte el
mi dirección, a duras penas pude sostenerme de su c
stener más fuerte de su chaqueta, cerré los ojos con todas
y abrí mis ojos — ¿Qué esperas para bajar de mi m
el ciego cuando te demuestro que soy capaz
as a ser la cena de algún animal salvaje, no te preocupes, princesa, por estos lados no ha
pies a cabeza cuando le entregué el casco, su sonrisa
miras? Ya vete q
quieras que alguien dentro de la casa vea tu sostén y por e
lusa estaba mojada y pegada a mi cuerpo. Rápidament
as dicho nada an
aba y no quiero que nadie más mi
l arrancó y el viento ahogó la risa sa
uelto tan loca como él. En fin, al menos ya estoy en
e un baño con agua caliente, fui a la cama y encendí mi teléfono. Tenía varias llamadas perdidas, pe
le regresé la llamada — ¿Puedes veni
orte de la princesa desaparecida — él
Necesito que envíes una grúa, y
El camino se pone intransitable y dudo m
ayuda, solo date prisa,
co malo? No era así. Sinceramente, mejor dejo de querer entenderlo porque solo voy a compl
llamarlo para distraer
quiero celebrar tu regreso, es en