Sólo existe una delgada línea entre la venganza y el amor.
r mí? ¿Será solo una cita cualquiera o algo más? Ya son las 06:30 PM
iles realzan mis hombros, mientras que el escote corazón enmarca suavemente mi busto, añadiendo un toque femenino, romántico y seductor. Su falda cae en una línea recta hasta la altura de las
zafiros, capturando la luz y reflejando destellos de intensidad. Mi cabello castaño cae en on
o toques en la
mi - digo
aprobación. Yo hago una mue
oco. No me gusta que me llame nena, pero ella insiste
plo mi reflejo una última vez. Bajo las escaleras y me dirijo a la entrada. Abro la puerta y a
lido y sobrio, resaltando la tez clara de Adrien, dándole un aire de serenidad. Por otro lado, los pantalones negros son de tela lisa y caen rectos desde la cintura hasta los tobillos, creando una línea elega
orren y brillan
a - dice Adrien con su voz r
n suavidad, sintiendo el calor d
ves muy bien - digo e in
y levanta mi mentón con su dedo índice. Sus ojos me miran c
noche inolvidable? - me pregun
de su mano y se inclina hacia mí. Si
ondo con confianza, aunque
cintura y me conduce ti
con manteles blancos que parecían recién planchados. Unas sillas de madera oscura y respaldo alto, con cojines de terciopelo rojo, rodeaban cada mesa. La luz cálida y tenue que emanaba de las lámparas de pared doradas creaba una atmósfera íntima y acogedora. En las paredes,
os gustos e intereses. Aunque en un principio parecíamos tener poco en común, descubrimos que la atracción surge de la curiosidad por explorar nuestras diferencias. Él me cuenta que le gusta la música rock y el cine
te, logrando que me encoja en mi asiento. Sus manos se mue
ro con asombro. Su voz suena firme y decidida cuando me confiesa sus sentimientos. Su mirada se vuelve profunda e intensa, c
abraza por la cintura. Siento su pecho contra el mío y su respiración en mi cuello. Gracias a mis tacones, quedo a s
eme besarte - dice
puedo mirarlo mientras los humedezco y,
a. Cierro los ojos, esperando senti
n el sabor de sus labios en los míos. Fue solo un sueño, pero parecía tan real. Miro el reloj y veo que son las se
que haya soñad
ión vuelva a su ritmo habitual. Me levanto camino hacia l
sábanas y lo enciendo para