Cásate Conmigo
de la llegada de Marcia, su madre había sido su refugio, su roca en medio de las tormentas de la vida. Sus abrazos cálidos y sus palab
mor que decía tener no era suficient
. Ya que haya terminado, podre acompañarte para que busques un empleo también. Basándonos en
ederle el paso a tu hermana. Realmente has sufrido mucho, pero es momento de que
a Rubí a limpiarse y cubrir completamente los
se encontraba la oficina del CEO. La vista desde arriba era impresionante, pero lo que realmen
ajar en una de las empresas más prestigiosas de la ciudad. Sus rostros reflejaban determinación y es
dame, ya no aguanto más. Necesito ir corriendo al baño. -Emily apr
Rubí empezó a decir, pero su
asé por favor.
pareció alguien abrió la puerta de vidrio de la ofic
da que ponerse de pie, presa del páni
tuación, pero sabía que no podía dejar
para el empleo de una niñera privada, pagaban veinte m
o una mujer de aspecto sofi
ily y seguir a la mujer, después de todo, había muc
ató de mantener la calma mi
ores monocromática que irradiaba un aura de seriedad y profesionalismo. Los tonos de negro, blan
ión, sintiéndose como si estuviera entrando en un mundo de lujo
e, la atmosfera dentro de ese luga
. Rubí se sentía extraña, ya que, a pesar de que el lugar estaba acondicionad
de aquel hombre que vestía un traje impecable, el hombre que e
Santoro era despiadado y formidable. Jamás demo
rumor sobre él. Siempre se m
os dí
s aclarar su garganta p
bros anchos y su peinado trasmitía elegancia. Santoro se desabrochó su
inidad, lo que, en cierta maner
ntió inadecuada para mirarlo. La
ausa más, Santoro
empezar.
alzó su mirada, confun
caron y ella se
o tenía palabras para de
os eran extrañamente impresionantes, ya que parecían como si la estuvieran observando a detalle. Con e
bebé. Su perfil era claramente definido y exquisito, Rubí no pudo detectar u
ue los cielos y el universo habían as
de familiaridad, proveniente de aquella mujer.
a e
s. Inmediatamente sus sentimientos interrogantes se dispararon en su cabeza y den