Hasta que el divorcio nos separe
rnes
pa de la
cho de mí esposo, ni tampoco me hubiese fijado que su caja de segurida
tada frente a la mesa de mi cocina s
grisáceo y las palabras estaban escritas con bolígrafo de tinta azul,
a abr
más sensata que había conocido en mí vida, si el quisiera que lo leyera simpl
siquiera se
s por qué tie
luvia de preguntas
terior? El material se veía desgastado pero no p
a pasar si
i vida o la
ierto al momento de encontrarla, yo por el contra
mis amigas y cuáles sería
abierto sin dudarlo al
ontenido de la carta en un li
a venganza contra su marido por el
voy a pensar en ella pues es la
taza más de café, ya mis hijos estaban por regresar a casa si
o abrir la maldita carta, mis sentimientos se dividí
mor a Dio
stá pa
vo que sellaba el sobre y lo retiré, que
y dulce espo
spués de
o pudo haberme ocultado Uriel durante tantos años. Esto parecía ser algo muy serio y sentía vergü
con nuestro seguro de vida, y los abogados. ¿Por
Si, sus largos viajes podían
una posibilidad,
l sexo. Si, pero no el sexo vicioso sino el matrimonial. Entonces me di cu
entes horarios para dormir, la mayoría del tiempo se queda en su despacho trabajando hasta tarde y cuando regresa a n
o cuando Uriel rechazó mi contacto apartando mí mano de su cuerpo la otra noche, comencé a considerar que de verdad teníamos una situación, pues el sexo nunca fue
o me sentía preparada para la falta de esta. Así pasaron
s que yo parecía una adolescente p
n el super para pagar, en las prácticas de Rugby de mí hijo Milan, mirando a su cali
ara llevar una vida de celibato? ¿Acaso al
ción es un pecado. ¡Dios!
imágenes indecentes de la cabeza, la verdad es que podían
i er
ía últimamente del s
fingiendo ser heterosex
tener sexo dos o tres veces al
bien su aspecto, adora las películas con temas musicales, también peina el cabello de mis hijas m
ar mi cordura, recordé cada detalle de Uriel y ¡joder! para nada podí
é el manuscrito del sobre, mis ojos c
n en una carta, pero el hecho de qué pueda pasarme algo y tenga que dejar a las personas que más quiero en el mundo me asusta, qu
eyendoles un cuento antes de dormir, tu y mis hijos me han dad
locamente de otra mujer con la cuál tengo una hermosa hija de mejillas rosadas llamada Kris
pensado muchas veces en el divorcio pero cada vez que regreso de mis viajes y veo tu rostro cansado, soy incapaz
produjeron un recorte de personal, dejando a más de cuatrocientos hombres honrados sin empleo, sé que suena ho
que es eso? de verdad lo s
eguro y otras facturas pero en realidad es que siempre has sido la dueña mayoritaria de mí otra compañía externa, no me mal intérpre
hacer lo tiene hacer... Y se que tu eres una mujer fuerte que sabrá sobrellevarlo, lo único que voy a pedirte es que se
hijos aúnque no lo creas, lo sient
riño Uriel Wil