Hasta que el divorcio nos separe
ARIA
ar, mi vestido rojo con el escote y la abertura en la pierna destac
ie
ina? enseguida tuve ganas de vo
aqueta? pienso que este vestido no es adecuad
Me miró de arriba abajo. - Sin dud
ara de mirarme. - Me
ndió. - A pesar de que no has seguido mí consej
o que hice todo lo
leto el glamoroso vestido de «dos mil dólares» que llevas pues
gó con su cabeza y re
ndo las indicaciones hasta llegar al salón que con
rtarme con mi jefe,
de postres sirvete lo que quieras.- Se
sentirme incomoda pues me encontré con otra turba de vestidos en colores variado
es en el " The Crystal Blue" - Un hombre
bargo, no sentí alguna emoción porque se
olo estoy acompañando a una ami
mientras llega tu "amiga"? - Simuló unas comillas con los
speraré a mi ami
hombre tomó mi mano con
quier
a voz profunda, cortando todo el p
nso se encontraron con los mios. Era un tipo alto, de cabello liso color azabache aúnq
qué de i
por su exquisito traje «negro.» hecho a l
mirando el agarre en mí brazo, como si le mole
ía sus labios señalando algo, luego extendió su brazo
zo. Entonces, sonrió y dejó a la vis
n desprecio mientras nos alejamos, me sentía real
erla... - Pregunta s
urrió otra cosa que dar mi apellido de soltera. - Mi nom
las mariposas dormidas en mi estómago alzaron vuelo, mis pezones se endurecieron debajo de mi vestido y los pen
jillas mientras lo miraba. - No estoy s
or salvarme» sería sufic
odía salir de ese aprieto. - Respondí ofendida. «No soy
con alguien que clarament
que tú no me incómodas? - C
e minutos. Y tampoco estuvieras mirándome así.. - Bajé la vi
apenada, no podía deja
Exclamé sin pensarlo pero él
de dar las gracias Señora Arianna
ostil con una persona q
Dije luego de
zo seña a un camarero para tomar dos copas, me ent
la copa a sus labios y tomó un largo sorbo. - Estoy en el
isto antes una mujer tan h
a con mis dedos, este hombre
o desde que un hombre coqu
ente mu
contuve el impulso. En este momento
e te meti
uen
de una mujer interrumpió, era muy h
bras al oído. - Si, allí estaré. - Se inclinó en su silla para tomar mi mano de nuev
onas, pero por una fracción de segundos miró por e
ay
tanto a primera vista con un extraño, incluso hasta me sentí tentada a decir
do sin hacer nada y yo estaría cómo
ron a los altavoces del salón, era la canci
i lado, a nuestros hijos y la vida en la que me juró envejecer juntos. Luego pens
era suficie
cuerdos, tomé mi bolso y abandoné el res
hasta el mar de taxis que se movían lentamente, lo sent
tranquilidad, también podía irme a casa y terminar la
tiré mi mano para llamar u
mi cintura con suavidad des
o el ext
s que deseas?. - Habló con suavidad mi
eza. - ¿Te has perdido la parte en la que huí de la mesa p
rsiga. - Se acercó un poco más y el olor de su perfume me excito todavía más. - ¿Cu
quería sentirme una mujer hermosa de nuevo y estaba muy cerca de conseguirlo, pero... - dej
ue alguien como tú se fijara en ella.. - Dije cambiando de tema, pero sus labios se encontraro
e verdad está pasando. «
el aliento, estaba segura que lo que
los para tocar la abertura de m
que tiene qu
o quieres ir al Paradise?. -
quedarm
el ático o
ntho
al ascensor y la tensión sexual crece por momen
ulosa y en cuánto atravesamos las pue
tras el se aflojaba la corbata y de
lada, no quería que por ningún motivo sus labios dejarán los míos, con manos
ventanales, mis piernas no esperaron y se enrollaron a su alrededor
mallera de mi vestido, inclinó su rostro y capturó uno de mis pezone
Cielos!- Ge
hacía tanto tiempo de que un hombre no me adorab
go levantó la parte baja de mi vestido llevándola hasta mi cintura y finalmen
entímetro a centímetro, sin alguna restricción o cuidado, de algún mod
mientras me follaba, él tampoc
stros cuerpos acoplandose resonaba en cada rin
usurraba mí nombre repetidas veces, mientras y
es en mís piernas dieron paso a uno de los orgasmos más intensos que había tenido en la vida, así que terminé gritando
s fuerza mi cintura, clavó su polla unas cuantas
besos, también susurró unas palabras, pero estaba tan sumida en mí aturdimiento por aquel c
sus manos bajaron por mi espalda, trazando la línea
y luego voy a follarte en cada rincón de esta habi
e acuerdo. - incapaz de rechazar su
uto. - Pidió para entra
lto y un pellizco en mi estómago me hizo querer
tan e
a subir a la cama pero yo me ne
on mis manos lo empuje hacía las sában
acer lo que le pedí, mordí mis labios mientras subía sobre él,
con lo que otro quisiera darle, yo tomaré
estoy haciendo, pero se sup
*
horas de
ntras miró hacía el techo mentalmente me felicito,
er ir a casa, no pienso quedarme aquí y esper
nía más de cincuenta llamadas de Gina, sin contar los mensajes que
a con este atuendo.. Di un último vistazo al salír de aquel hotel, había sido una noche única pero có
volvería a saber d