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La prostituta y el Ceo

Capítulo 4 Viviendo juntos

Palabras:1339    |    Actualizado en: 30/07/2024

s estar en un burdel, complaciendo a

expresión, no tenía

s a ver cualquier película, será m

ras una, desearon ver más películas, pero en ésta segunda vuelta, ella pronto se quedó dormida,

ica, salió para dirigirse a la suya, qué cosas más extrañas le estaban sucediendo, jamás

contra cualquier persona o

mero se sintió desorientado por dormir por primera vez en aquel lugar, luego recordó dónde y con quien estaba. Se

adilla, se retorcía y gritaba pidiendo ayuda, aquello era bastante conmovedor, ence

olo un mal sue

ró confundida primero y luego rompió a

pierta, ¿estás viendo? Estamos t

co a poco, unos minutos

s mejor

rtarme, disculpa por des

olo fue una pesadilla y ya ves que no pasa

mente, él se levantó y

rte hasta que v

ay problema!

o para que él se pudiera acom

mi pecho, si lo deseas para

tuvieron conversando de la película que habían visto juntos, ella pronto se dejó v

ó al dormir todo contorsionado al lado de ella, Megan av

ormí y si no me apuro lle

entas mal, voy a asearme y nos senta

ra servirse, el salió recién bañado, vestido de traje impecable, ella sintió un ext

y las ilusiones habían muerto hacía 5 años atrás.

sa cabecita que tus ojos

no me ha

pero cuando regrese quiero que hablemos

no entendía de que hablarían pero estaba dispuesta a

rico se

ro te

guaré en u

con gusto, d

ad, bueno debo irme o se me hará tarde, quedas

r el lugar, el día anterior no había tenido tiempo. Era un hermoso departamento de cuatro habitaciones, ella, por un momento no entendió el porqué el padre de é

ces s

se trajo pocas cosas, cuando m

como sin con aquel movimiento pudiera desechar lo que

ada, ya tu no debes tener ilusiones, están muertas, murieron ese

se atrevió a rodar por su mejilla

pensar estup

ró que estaba sucio, además de i

ecía aquel puesto de ascenso por el que había trabajado t

tá su esposa? ¿Por q

por preguntar; no, como

amos esperar

e cabece

no tarden mucho, los hijos sie

ando en ello, quizás pron

es una mujer muy reservada, eso es un tesoro en una esposa, te fel

ue pronto te d

entras, éste suspiró agradecido de haber hecho el conven

había ido a casa, se había olvidado por completo de que Megan estaba

él no había llegado, ni siquiera sabía dónde llamarlo, así que se resignó a comer sola, arrast

ndo a la coc

do el lugar donde se encontraba el aparato receptor de llam

dijo con

il disculpas, acabo de salir de la

zado, iba hasta la cocina a sentar

tanto! ¡Debes estar con mucha ham

entrando al departamento con la vergüenza re

ntual, Ya

él con sorpresa- vine a buscar

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