La Mate del Alpha
E B
mos en una casa muy bonita en el centro de la ciudad, pero cuando mi mama se casó, Richard mi padrastro, la convenció de vender la otra casa y mudarnos con él a una más pequeña. Al principio ella dudo, pero bueno al final acc
s de media hora dando vuelt
uro que tiene cosas mas importantes que hace
istencia y un mal presentimiento se instala en
las casas y todo queda atrás, ya estando cerca le sigo insistiendo que me deje por aquí, ya estamos demasiado cerca a decir verdad ya estamos en la cuadra de mi casa, él dice que no permitirá que me vaya por ahí sola, me doy por vencida y
tra comprensión y ternura, creo que tome mucho vino, sus ojos están de un color verde oscuro,
misma hora- dice sin desp
verlo y sigue ahí, pero recargado en el motor de su carro. Me despido con un gesto de mano y él responde de la misma manera acompañada de una sonrisa, saco mis l
una voz que presiento que está en el mueble, y el olor a alcohol cae de lleno en
explicado- digo al ver que abajo de su ojo esta
ercándose peligrosamente a mi. Lo esquivo fácilmente ya que está con in
intenta acercar de nuevo, lo iba a esquivar, per
sotros, no sabia que estaba aquí no quiero que le haga algo la ul
acer nada, la tiene en el suelo veo como la patea, siento tanta rabia que me intento acercar y lo intento parar, pero no cede y me tumba al piso haciéndome dar un golpe en el separador, mi vista
el cuerpo inerte de mi madre, sus músculos se tensan y se abalanza hacia el golpeando su mandíbula y luego su n
ostro con mis manos para mirarlo a los ojos- por fav
LA? ¿ PORQUE AHORA?. Sigo llorando sosteniéndola con mis manos su cuerpo, unas manos me cogen de los brazos haciéndome parar poco a poco hasta dejar a mi madre en el mismo lugar, no puedo parar de llorar y llorar, pasos y sirenas se escuchan a lo lejos, y unos hombres ponen a mi madre en la camilla y la cubren con una bolsa negra, y no puedo dejar de lamenta
ito con todas mis fuerzas al no poder, los brazos que me sostienen se aferran a mi
spera para irse y dejarme sola, como todos-mi luna te lo ruego- dice con voz lastimada es como si el dolor que siento el también
un punto fijo, donde esta el pequeño charco de sangre que salio d
ngo muchas dudas y una de ellas es ¿Como supo que pasaba? él ya se había ido no entiend
rca aseguraría que no existían- No me dejes por favor-suplico sollozando y abrazándolo con todas las fuerza
al oirlo decir eso, me deja tranquila sabiendo que no estaré sola, su mano i
aron desde el primer momento en que me vieron, aunque no recuerde sé que lo hicieron, la forma de protegerme dando su vida
a ahí con delicadeza, yo solo miro por la ventana esta casa, escucho la otra puerta abrirse y cerrarse, luego el motor del carro y veo que nos alejamos poco a poco de ese lugar, man
cintura y entramos, nos recibe un recepcionista, subimos al ascensor y esperamos hasta el ultimo piso, abrió la puerta con una tarjeta y entramos
en otro cuarto- dice y me gusta s
n la misma cama si a ti no te importa, no
, lo veo salir de lo que parece ser el baño, con un pantalón de shandal y con un polo de tela, lo veo por unos segundos y luego me meto en la cama sin decir nada, me acuesto y me arropo hasta el estomago, miro hacia arrib
estoy entre dormida y despierta. El sueño hace
que digo antes de queda