El Secreto del CEO
y yo tenemos un
en
rasero contra estos papeles donde mi hermano acaba de ponerte un precio" y luego su promesa para la noche; "Shhh, mejor no digas nada o voy a arrepentirme de dejarte en paz aquí e irme, pero esta noche volveré po
o tiene límite, ya que en el caso de exceder lo que tiene en su cuenta, de manera automática se le transferirá el
arjeta y la guardé en uno de los bolsillos
necesita algo, cualquier
í lo
eso en la mejilla, eso hizo que mi cuerpo reaccionara de una manera extraña, pues se estremeció pero no le tuvo miedo. Al pasar por el hall principal del banco, lo pude ver sentado sobre el escritorio de una de las jóvenes que allí trabajaban teniendo, lo que parecía ser, una amable conversación. Al levantar
gritar tras de mi – faltó su firma
raté de no entrar pero me tomó de la muñeca y me jaló al interior. Pasó por encima de mí y cerró la puerta. Miré al chofer para pedirle auxilio, pero estaba claro que no me lo daría, pues en lugar de eso, subió el vidrio ne*gro que aisla la cabina de
una mano acariciaba mi rostro y la otra estrujaba una de mis rodillas, su contacto me causaba escalofríos – creo que tú y yo, empezamos con mal pie – yo
poco de esperma? – fue
lo que decía? ¿qué tenía de romántico abusar de una mujer? – sé lo que piensas – ¿ahora era adivino? – ¿Qué hay de romántico en obligar a una mujer a tener se*xo conmigo? – pues sí, parecía
ca parecía tener vida propia, pues a
útil – y anoche – sonrió – ¡uf, lo de anoche!, esperarme desnuda en la cama, eso fue lo máximo – no le pregun
s llevemos lo mejor que podamos – se separó al fin de mi – eres virgen, eso me quedó muy en claro – hablaba en presente, es
spontánea, ¿pero que clase
de lo que hagas podrá impedirlo, así que te sugiero que me correspondas o tendré que infringirt
en mis dientes y empujó hacia abajo. Acercó sus labios a los míos y sin más preámbulos metió su lengua en mi boca para jugar con la mía. Había sido muy claro en lo de castigarme así
eo que lo disfrutaste tanto com
an, ¿a ustedes que les pro