Dulce tentación: un romance inesperado

s y comprobó que ha

ó en el

un espeso maquillaje. Llevaba puesto un vestido de escote en V y la hor

demasiado familiar, y Emily

se encontró de nuevo e

su compromiso co

ue drogada. Cuando los subordinados de Hunter vinieron a bus

damente, se convirtió en la comidilla de la ciudad y manchó su carácter. A pesar de ello, Hunter cumplió

para el suceso que causó la mayor

tarse de los efectos de la dr$ga que le había

que decía: «Tienes que hacerlo bien. Debé

a. Nadie sabrá que está usted implicad

to acabe, [le enviaré el resto del dinero. Si esto f

e; usted sólo siéntese y

había sospechado de Wendy antes, pero era Wen

Si entraban con ella en ese estado, no podría resistirse. Entonces, después de que

edarse aquí,

arma y se dirigió a trompicones hacia la puerta del baño.. Justo cuando cerró la puerta del b

tá?» «Mira

baño y entró en el pasillo. Siguió av

las voces de los maquilladores masculinos: «¡Oh, no! ¡

brando en un hotel y ahora el gran saló

ajo la influencia de las dr$gas. Apenas consciente,

ra, tenía que salir

es, se dirigió al coche. Con el recortador de cejas en la mano, lo apretó

miró con ojos fríos la pequeña cuchil

frío, pensó, este hombr

iendo del ascensor y, obvi

s y cerró la puerta de golpe. Ella continu

u conductor

l chófer sorprendid

e al que estaba amenazando. En su pánico, le cortó ac

te coche al azar y el propietario resultó s

su vida anterior, el hombre al que había

se detuvo e

onductor, sudaba frío. Estaba preocupad

te todo el encuentro. Miró fuera a los dos hombres y di

sorprendió. ¿Realmente su futura

había sido amenazado, especialmente por alguien con un cuchillo en la

he salía del aparcamiento del hotel, aflojó el agarr

as fuertes manos de Hunt

mente tranquilizadora. Nunca se cansaría

o seguía calentándose y empezaba a sentirse mareada. Pero había

ta y agitada. Con voz ronca, dijo: «

podía ser tan irrespetuosa? Aunque sabía que el señor Hunter sólo estaba obedeciendo los

Hunter estaba aturdida y quizás ni

miró fijamente el rostro rojo c

an horrible a su prometida como pa

s ojos dilatados y apagados. Había sufrido tantos agrav

así? Hunter, pedazo

es de que pudiera hablar, la niña tonta levantó la cabeza, con lágrimas hinchadas en

guntara si alguna vez había hecho algo para

do efecto en su cuerpo. Tenía tanto calor, tanta comezón como si

a acariciarlo. Hunter bajó la mirada y

con aquellos ojos fríos como el hielo que podían

. Pero pronto, ni la brisa más fría pudo apagar el fuego. Las dr$gas seg

de Hunter: «Tengo

ta Gale se encuentre bien», dijo Liam mien

a chica deslizó la pierna sobre su re