LA DIOSA DESTINADA AL REY ALFA OLVIDADO
¿Cómo te ha tr
río recorrió su cuerpo al ver a un hombre alto, con las cejas arqueadas y unos ojos lujuriosos qu
én er
o contrario. "Nos vamos a divertir" Abrió la reja y dio varios pasos hacia el f
entó al verlo entrar. Retrocedió un
evaba días encerrada, sintiéndose al borde de la locura. A pesar de los intentos de consuelo de Sara, su único
o un paso más hacia ella y tomó un mechón
ra inhalando flores frescas de diferentes olores -vo
za-. No pertenezco a los lobos. Aunque mi padre haya
va de sus labios con malicia prosiguió-. Yo puedo sent
ir de allí. Se inclinó hacia adelante, arrodillándose frente a é
no tengo nada que ver con l
stras tierras y nuestra gente no estarían en esta situación de decadencia -se inclinó y la tomó por los homb
on impotencia, tenía las manos aferradas a los barrote
ne, mientras era llevada por un pasillo con rapidez. Sen
te y c
ocó en la cerradura y giró rápidamente la manilla, abrió la puerta y jaló a Aradne hacia el inter
s el miedo se apoderaba de su cuerpo. No podía creer que ese hombre fuera
historia de tu madre, debió de ser hermosa para que el líder alfa perdiera la ca
ombre la aterrorizaba, y su cuerpo comenzó a temblar. Deseaba con todas sus fuerzas que lo que estab
yúdenme, sáqu
adie vendrá por ti, tampoco p
stedes son
l miedo en los ojos de nuestra presa -aspiró el a
a te lo dicho. No me puedes u
ó los labios de forma maliciosa-, Tengo una
Rogó tragando saliva para no desvanecerse, mie
n dulce y suave que llama a los alfas a aparearse conti
repulsión por ese hombre. Él la jaló por los pies, inclinándose hasta quedar frente a ell
dne abrió la boca y, ágilmente, mordió los dedos con todas sus fuerzas. Ramsés, al sentir el inten
sea yo el primero en poseer tu cuerpo, o ¿quieres que te exponga a
e la manera de mat
rón la parte delantera del vestido de ella, dejando sus senos expuestos. La lujuria se refl
eta, si colaboras no tendrás laceraciones -colocó una de sus piernas en medio d
s sus fuerzas para mantener sus piernas cerradas. El lobo que tenía encima era robusto y sabía que n
de irte infierno, tendrás la dicha de estar con un alfa de tu misma casta -expres
a quitárselo de encima, pero estaba agotada, sus fuerzas menguaban. El pánico nublaba su mente, deseaba no senti