El ardiente capricho de la CEO.

ndo

rque de bomberos

do el jardín, idiota, a lo mejor piensas que ella se levantará sola, Calth

días alternos entre el Jefe Allen y yo. Levín Allen, es el otro jefe del equipo del distrito doce, normalmente cuando esta

incluidas, y después del relato que tuve que poner en el informe de accidentes sobre la víctima, esa lunática del pelo rojo

de identidad muy adecuada para un bombero, B.

hasta hacerlos sangrar, o los reviente con entrenamiento extra, tras hacerlos subir diez veces la torre de ent

escuchaba, cuando iba a mitad d

callados, ya bastante duro era el entrenamiento, para que se l

ncias que había entre las fotos, y el informe que yo hice sobre la víctima, relacionados con

todo momento en su rescate, nada más lejos de la verdad, esa estúpida, estaba más preocupada por sus malditos papeles

bajaba por la escalera de incendios, esa pelirroja, tenía unas buenas piernas, de esa que todo hombre quisiera

re mí por culpa de la lunática, eso fue lo que pensé, hasta que uno de mi

osa. Creo que no piensa irse hasta no hablar con usted."- me dijo nervioso,

bomberos, pero nunca me pude imaginar quien era la responsable de es

ken

rque de bomberos

había llegado ya a Carlos, y en vez de presentarme en el parque sólo con mis Mercedes, Henry el chofer de mi familia, Carlos mi asistente, y uno de mis escol

ar, junto a dos coches, iguales al mío, y a su lado de pie esperando mi llegada, unos

ierra en la más alta torre, con fosos, cocodrilos, y veinte mercenarios bien armados, custodiándote. "Los tratos no se rompen, Macke

abe cada conversación que realice con ese viejo zorro, o me la puede engañar el muy tramposo. Y, por otro lado, tú podrías ser un poco men

genio en relaciones públicas, economista, y gestor empresarial, por no hablar de sus habilidades tecnológicas, sería el asistente personal, máxima confianza de su heredera. El asistente de mi padre lo entrenó para

os matones, o un grupo mafioso."- le aclaré a Carlos, y como siempre, an

rlós, y mi escolta personal de toda la vida, en la explana da de entrada del cuerpo de bomberos, y vi a

gafas de sol puesta, tratando de averiguar a simple vista, cosa imposible, ya que n

vando uno de los camiones de bomberos, otros revisando y colocando e

den llamarlo o darse a conocer?"- dije en alto, sin mostrar ni

ostrarme educa

túpido bombero, no había necesidad de mostrar algo de mi

enfundada en una chaqueta Armani negra, junto a una falda también negra, tres cuartos, pegada a mis caderas, una camisa de botones d

a la tensión que sentía, además de venir acompañada por dos hombres, también trajeados, con g

on una camisa de un color diferente del resto, que ponía en el pecho, "Jefe de

pronunciar ese nombre, muchos bomberos gesticularon y me miraron con tensión, i

ro..."- volví a

me, mientras Carlos, detrás de mí, tosía sonoramente, era una clara advertencia para ac

ateral del edifico principal del parque, mientras todos l

o quiere presentarse?"- otra tos esta vez más fuerte por parte de Carlos, coincidió con la mir

ecta, era su principal función. El sueldo, sin incluir pluses, de Carlos era mucho más elevado que el de algunos de los más altos ejecutivos del grupo, para mi pa

esas palabras, una voz fuerte, ronca y varonil, s

?"- oí decir a mi derecha, por uno de los latera

el choque que esa voz tan profunda y varonil me produjo, era esa clase de voz que toda mujer, con sangre en las venas, esperaba oir cada mañana al despertar

había sido totalmente injusto con el resto de los hombres, desde luego, mirándolo de cerca, quedaba claro, que si el creador hizo a todos los hombres iguales, a su imagen y se