Quiero Seducirte Mi Ángel
una sonrisa -Soy la viuda de un barón. Y todavía tengo la ropa elegante y los complementos que Nigel insistía en comprarme, aunque reconozco que están algo pasados de moda. Alice, estamos en plen
e ellos. Y no será difícil descubrir e
le preguntó Alice,
será suficiente. Me bastará para lograr mi propósito. Alice, esta tarde tú y yo iremos a pasear a Hyde Park. A la hora apropiada, por supuesto. Hace buen tiempo y la alta sociedad estará deseando ver y dejarse ver. Me pondré el
modó en el sillón mien
rminos de tu contrato matrimonial no dejan lugar a dudas. En caso de que tu marido falleciera antes que tú, la residencia de la viuda se convertiría en tu hogar. Y te corresponde una suma importante de dinero. Además de una gen
erte de su padre porque no había pruebas concluyentes de que lo hubiera matado. Pero un juez o un jurado bien podrían considerarme culpable de todas formas pese a la falta de evidencias. Alice, si eso sucediera
ba por sus derechos. Y ella había elegido no luchar. Bastante violencia había sufrido durante los pasa
on la punta del zapato, gesto que hizo que el perro golpeara el suelo con el rabo al tiempo que agitaba las tres patas en el aire. La sonrisa de Cassandra se tiñó de amargura... y de
cortesana! Porque eso es lo que serás. Una prost... una prost... de lujo - concluyó, aunqu
negaré según me apetezca. Podré deshacerme del caballero en cuestión si no me gusta o si me desilusiona de alguna forma. Seré libre para sal
s lágrimas -Eso es lo que quieren las institutrices y las damas de compañía. La vida pasa a nuestro lado, pero apren
de Mary, creo. Por no hablar del de Roger. - El perro se había acercado a ella y estaba golpeándole una de las manos con el hocico a fin
Últimamente siempre te enfrentas con ella al mundo, así que cualquiera podría confundirla con tu verdadera personalidad. Conozco muy bien ese mohín despectivo y e
bastante locura ha habido ya en mi vida. Que acabe enamorándose profundamente de mí y de quien yo me enamore profundamente, tras lo cual nos casaremos y viviremos felices para siempre con nuestra docena
ba riendo y llo
testó -Pobre Cassie, acabarías consumida. Ambas estal
noción espantosa. Tal vez vaya siendo hora de que empieces a vivir por tu cuenta. Y a amar. Tal vez seas tú quien conozca a un caballer