Quiero Seducirte Mi Ángel
a seguro de que ella le correspondía. Sin embargo, su título y su fortuna se interponían en el camino para alcanzar ese a priori modesto sueño. De la misma forma que se interponía su físico, aunque p
. Sus hermanas, las tres, lo habían encontrado, aunque en
rando a la vuelta de una esquina
a, y a evitar las numerosas trampas matrimoniales
a tu regazo, Stephen - comentó Con -de haber estado segura de que es
l enfado que existe entre Elliott, Nessie y tú. H
s hermanas en una casita del pueblo de Throckbridge en Shropshire. Elliott, que poseía el título de vizconde de Lyngate, aunque a esas alturas era duque de Moreland, se convirtió de esa forma en su tutor legal durante cuatro años, hasta que a
de que acababa de fallecer a
de que sus padres contrajeran matrimonio, lo que lo convirtió en un hijo ilegítimo a efectos legales. Desde el principio estuvo claro
o que ver con su condición de imbécil arrogante. Elliott no era arrogante. Ni i
as y con él, su carácter tenía un halo insondable y taciturno pese a su simpatía y a su presta sonrisa. Después de la muerte de su hermano había comprado una propiedad en algún lugar de Gloucestershire, pero nunca los había invitado a visitarlo. Ni a ellos ni
reclamaron. Él heredó el título de conde de Merton, el mismo título que tenía su hermano, que murió meses antes, y que también había tenido su padre. Un título que podía haber sido de Con si hubie
daba Con en su cabeza, algo que no se perm
r a un grupo de amigos. Acompañó el comentario con un gesto de la cabeza en dirección a la izquierda del camino. St
as vestida de un tono marrón rojizo, un color tal vez más propio del otoño, y la otra, de riguroso luto. Vestida de negro de la cabeza a los pies
ó Stephen -Debe de hab
e ve - añadió Constantine -Me pregunto
re el grupo más reciente de jovencitas llegado al mercado matrimonial, y entre ellas se decantaría con frío mercantilismo por una belleza que lo atrajera tanto por su físico como po
de la juventud. Así lo atestiguaban las curvas de su figura. Una figura que evidentemen
a avergonzado aunque la mujer no llevara luto. No tenía por costumbre come
e calor - comentó -Ah, mira
o sus habilidades de amazona durante los cinco años transcurridos desde su matrimo
ar a placer - dijo lord Montford a modo de
o nuevo que me has regalado esta mañana. Stephen, ¿a que es precioso? ¿No te
ló en ca