VENGANZA
cho que tiene algo muy importante que decirme, por lo que no está demás escuchar sus palabras. Él verdaderamente se ve muy interesado en saber lo
rezco mientras me quito la cha
me caería mal
to. Ya
as de la nevera, luego regreso con él y nos
decirme, Sra. Avellaneda?
a investigar sobre Royce Ford y ese misterioso club. Si ese tal Ford tuvo algo que ver con su muerte, n
verle el dinero que ha gastado en el investigador,
il era mi empleada, es lo menos que puedo hace
hermana tenía con su jefe, pero nada llegó a mi cabeza. Ha mostra
rometo que encontraré al culpable y lo
o en usted - bebí un largo trago
do pasar tanto tiempo en el sin pensar en ella y la tristeza me hace querer salir corriendo lo más lejos posible. Cada noche sufro de pesadillas, dónde ella
ún sigue abierto, puesto que las autoridades no han dado con el verdadero culpable. Es como si la vida de mi hermana no h
emos a la mano es aquel club nocturno. El investigador tenía mucha razón al decir que la información de ese hombre era limitada.
aradigmas y chismes a su alrededor, pero ninguno se sabe cuán ci
que podemos hacer para encontrar a
frunciendo el ceño y quitándose las gafas de sus ojos-. Es muy p
erando un nada. Estoy cansada de no saber qué pasó con mi hermana. Tengo a como dé lugar encontrar a ese s
Me pregunté, incapaz de mover, aunque sea un músculo para alejarme de él. Cerró los ojos y rodeó mi cintura con su otra mano y me acercó a su cuerpo, soltando suspiros y murmullos que se oían lejanos, a pesar
s segundos, como si tan solo con ese roce pudiera enc
es de abrirse paso con su lengua y robarme hasta la úl
do que mi mente quedara en blanco y me permitiera disfrutar por un momento las atenciones de un hombre como él. Hace mucho tiempo un hombre no me toca y no me besa como ahora el Sr. Avellaned
amente, con la respiración agitada y una mirada mu
ntó rápidamente de
ene que negarlo, tampoco soy quién para reclamarle o juzgarlo - sonreí
spaldar de la silla y salió de mi apar