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Cuando vuelvas conmigo

Capítulo 3 3

Palabras:1127    |    Actualizado en: 12/10/2024

n sus muslos, una blusa corta que dejaba al descubierto su abdomen y su piel canela. El cabello lo llevaba en una cola desordenada, con mechones salidos de ella, dándo

eran negros o marrones, pero lo cierto er

arándolas. Su hija no se parecía en nada a ella. Recordaba que los ojos de la pequeña eran muy azules y que sus

mujer como si ella estuviese hecha de fuego. Se fajó su uniforme

entra bie

a un poco avergonzada. Ahí estaba su oportunidad de agradecerl

ladeada-. Gracias por lo del otro día. No tuv

a Vicky? -in

buscándola -Nancy soltó una risita nerviosa para nada graciosa-. ¿Puede

queña hiciera de las suyas y saliera después con un comen

que los hace

as el militar observaba a ambas chicas interactuar-. La

carnado en una carita de ángel y ojos hipnot

las travesuras que Victoria le ha hecho a Carla, olvidando por completo que

r la mirada de ella, pero era imposible hacerlo, si reía y en sus mejillas se marcab

ada!», se reprendió, ma

on alguna persona de la ciudad. En un par de meses se iría y, aunque hacia mucho no saboreaba la pasión de una

por salvar a Vicky. Acepto mi error, me confié demasiado y olvidé por completo que a los niños no hay que

omplicidad, pero esa acción la pasó por alto, lo únic

ecaución. A los niños les gusta ex

que no volve

onio -masculló la rubia y su amig

-resolvió la mu

Tengan un bue

us compañeros quedarán encantados con ella, ¿no es así, Nancy? -la rubia lanzó las palabras

ndré p

lí los e

am

n dirección al restaurante. Sabía que ella era coqueta por natur

é ha

toda la diversión e ironía que ca

e q

ufó, viran

es que nunca c

rioridad en mi vi

cuenta de cómo te miraba ese papacito? -suspiró dramáticamente-. Yo quiero que me ligue

para ver al militar que seguía en el mismo lugar, dándose cuenta de que las seguía mirando-.

la cabeza y ne

en sus brazos no te apartó la mirada ni un segundo. Te detalló de pies a cabeza

Oy

fuera al restaurante? A los hombres hay que ayudarlos un poco. Hay

rza. Su amiga siempre la animaba co

ndo su andar e incentivando a su amiga para agilizar los pasos-. Él debe tener a s

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