Noches de Fantasías
podría ser perfecta. Te voy a dar un consejo de gratis, galán. Trata de que los
u cuerpo y las puertas del ascensor-. Hace cinco años encontré la mía, pero la muy co
osa-. Mis horas laborales ya cavaron, Sr. Sebastián, ahora tengo en cama qui
a, mientras que, con una deliciosa fuerza, me pegó a su cuerpo y nuestros rostros quedaron a escasos milímetros de rozarse. Su aliento tibio y fresco acarició mi piel, pro
o de su piel y uno que otro rasgo, pero no logro recordar en donde lo he visto antes, o si es que lo h
r escasos segundos para luego inclinarse en mi oído-. Te
cono
lo único que me viene a la mente es la de aquella noche, con aquel chico; el stripper. Con una sola tanga de cuero roja cubriendo su paquete, mientras su cadera se movía de adelan
pitar, pero no el que s
zando su cuerpo húmedo con el mío, al ritmo lento de la canción de reguetón que se oía de fondo, solitos y acaricián
ro ahora que por fin tengo el gusto de cobrármela una a una, no
sintiendo el balde de agua fría bajar mi calentu
queda algo de ella a pesar cinco años? - aspiró mi cuello, aferrándose de mi c
llo que le hice a aquel hombre, quien atado a mi ente
onsecuencias de aquella noche,
hi
od
estino por haber sido tan promiscua
o ere
, ¿
rada, mientras por otro lado mi centro se encontrab
enterrarme tres metros bajo tierra. ¿Por qué tuvo qu
zá una tanga, un par de cuerdas a tu disposición y un ace
! - espeté-. Fue solo sexo; casual, sin ataduras. ¿No sabes qué significa? Pues te informo; dos desconoc
ario hasta saciarme de ti; usarte y desecharte como lo has h
potente carcajada, la cual duró vari
las ganas, ¿no es así? Tus manos son grandes; una paja, pensando en lo rico que la pasamos, es la solución de todos tus males, gatito goloso. Hasta mañana -aproveché que el ascensor se vo
rro esa noche, de seguro no estuviese llorando sobre la leche derramada. ¿Y si él lo sabe y solo quiere quitármelos? Tal ve