June Blaze
reví a confesar todo ese amor que he sentido por ti desde
*
cama con una sonrisa en los labios y el corazón inexplicablemente emocionado. Di media vuelta al recordar que Mike se había quedado conmigo durante toda la noche, pero como cada año, su lado se encontraba frí
en esa cajita que hace muchos años atrás creé para ellos. Tenía clarísimo que no estaba bien al sentir lo que siento por él; nosotros somos familia y él está próximo a casarse con una muj
un pasado que se niega a liberarme. Mi vida es sistemática y aburrida, pero me siento bien con lo que tengo a mi alrededor; mis padres, mis hermani
ecidí dejármelo puesto porque fue un regalo que mi madre me dio el día de mi cumpleaños. Dejé mi cabello rubio suelto y en ondas. Me apliqué un poco de labial rojo en la boca y cubrí esas espantosas ojeras que me eran muy notorias. Tan pronto estuve lista, tomé mi bolso
ó, conteniendo una risita-. Lo siento, pero no espera
r el bolso al suelo-. ¿Qué haces
bolsas frente a mí y las sacudió-.
ayuno? Digo, ¿no deber
iero tomarme la mañan
ocionara de más, como en los viejos tiempos cuando solo éramos los dos, pero se me h
di la vuelta y regresé a mi habitación-. P
ras - me siguió hasta el vestidor-. H
vida, tus responsabilidades, y yo también tengo mi t
ible habl
ponsable
mis hombros y me tensé de inmediato-. Lo
si es lo que quieres, pero no puedo pasar un par de horas cont
lentamente, como si en el fondo no quisie
ños atrás, cuando esos ataques de pánico no me dejaban ni estar cerca de las personas. No era que el toque de Mike me desagradara o me acusara miedo; todo
cina mientras hablaba por su teléfono. Cerré mis oídos e hice caso omiso a lo que decía, pues muchas veces he tenido que
e a mí misma, tomando lugar a su lado y llenando mi boca con a
eguntándome, conforme el dulce se deshacía en mi boca y me hacía volar a aquel mundo mág
sa me sacaron de mis pensamientos-. ¿Pens
gar de comer, te pongas
í con la cabeza, rellenando mi boca con más dul
o.
tirar el brazo para el otro lado. Me burlé en su cara mient
es así cómo
a respiración por lo cerca que estábamos. Quizás él no se daba cuenta en la posición que
y en la boca - descendió su mirada a mis la
oca con la mano sin apartar
jame ay
. Cerré los ojos ante la caricia y exhalé profundamente, experimentando un temblor y una calidez muy distinta
un susurro-. Míra
labios. Me percaté que nos encontrábamos demasiado cerca y que incluso había abierto las piernas
ué
liva, ahora acariciando mis labios con s
la volvió a levantar con su mano-
ró-. Déjame ver lo hermosa