La llave del cambio
ojas no dejaban de rondar su cabeza. Se sentía atrapado en una red de secretos que no comprendía, pero su curiosid
igüedades. Caminó por las calles con el mapa y el medallón guardados en el bolsillo de su chaqueta, sintiendo su peso como si
interesante -dijo Jorge, mirando a Mario con los b
e el mostrador. La expresión de Jorge cambió al instante, com
Mario, manteniendo la voz baja-. Alto, delgado, con un abrigo oscur
guntó Jorge, sin apartar
o sé quién era ni qué quería, pero me asustó. Y ahora estoy
gó el mapa sobre el mostrador, sus ojos siguiendo las marcas ro
dad secreta, una orden que ha existido durante siglos, aunque nunca se ha probado su existencia. En cuan
traño y peligroso, pero también fascinante. Por primera
algún lugar? -preguntó Mario,
en el medallón es importante para él. Podría ser un tesoro, un secreto, o algo más valioso aún. Sea lo que
o retorno. No podía simplemente olvidar lo que había encontrado
sintiendo que las palabras se
a pausa antes
sociedades secretas de lo que jamás te imaginarías. Sin embargo, no es fácil de encontrar. Vive fuera de la
-
un bosque denso y sombrío. Mario sentía que con cada kilómetro que avanzaban, se adentraba más en un mundo que le era completamente ajeno. Finalmente,
re de mediana edad con cabello despeinado y barba espesa abrió. Sus ojos osc
í -dijo el hombre, mirándolo con u
-respondió Jorge, sin rodeos-. Enc
as de libros antiguos y manuscritos. Valenzuela los llevó a una mesa de madera
e lo que t
alenzuela los examinó con el mismo interés que Jorge, pero s
lo... -murmuró-
tó Mario, ansioso por
onocimiento perdido, algo que fue oculto hace siglos para protegerlo de caer en las manos equivocadas. Según la leyenda, dejaron mapas que condu
mago. No esperaba que la histor
encontré la llave y el mapa por casualid
a lo miró
El hecho de que hayas encontrado estos objetos no es una mera co
o, dirigiéndos
las marcas en el mapa? Necesi
asintió l
en un latín arcaico, y las marcas parecen ser coordenadas o indicaciones hacia
eramente, y una de las lámparas en la pared parpadeó. Los tres hombres se miraron con preocupación
te-. Si este mapa es lo que pienso, no
ría estar involucrado en esto. ¿Podría ser parte de esta orden?
quieren proteger estos secretos, mientras que otros buscan usarlos para su propio beneficio. Es u
-
había dejado más preguntas que respuestas. El mapa, el medallón, la llave... todo parecía formar parte de
reguntó Mario finalment
. Si hay otros interesados en el mapa, lo sabremos pron
triga lo había atrapado, y ahora, más que nunca, necesitaba descubrir la verdad detrás de la Hermandad del Albor
la extraña sensación de que solo había arañ