La Princesa Lycan Perdida.
Spe
in pensarlo me pregunta, "¿matrimonio por convenie
nterrogatorio. Rápidamente le digo, "mis padres no tuvieron n
testaruda como para cambiar de opinión. La dec
rida, pero sig
ia propia. Siempre sentí que algo me hacía f
Ni siquiera cuando me casé. Fue ella la que trajo la
por el sonido de mi celular. Lo saco de mi bolsillo y ve
manos dándome a entender q
berías haber llegado a casa hace horas atrás. Alberto no
o dejes que Alberto se lle
mitiría. Pero di
e. No dejes que se acerque a la casa mamá. Estoy en la casa de un amigo
Emma. Te doy mi palabra. Ll
po. Peter me observa atentamente y luego me pr
ie es una moneda de intercambio. Jamás ha sido un buen padre para el
o la respiración al verlo tan feroz. Sé que debería temerle, pero por algun
ja. Se quedarán conmigo, Emma y no aceptaré un no por respuesta. Este es
acia el estacionamiento. Un hombre rubio, alto y apuesto se acerc
William. Es mi asistente personal. Se encarga de todos
conocert
ño y se aclara la garganta. William lo mira
habitación continua a la mía. La maleta
guida,
precioso. Él se sube y lo observo con mi ceja levantada. "¿
dirijan a ti de form
ro tu si
o que
por
, "porque yo soy el jefe." Le blanqueo los ojos y miro por
ante mientras
eso es
ante que antes, mientras le digo
stigarte cuando regresemos." Me rio y le digo, "Pet
lo que necesi
refieres a que me pondrás en tu re
dice, "eso no es una mala idea. Creo que lo di
que es la primera vez que me siento con la li
emasculaba debido a que era demasiado dominante. Pe
sienta audaz y atrevida y si debo ser sincera conmigo misma, mis
quier contacto visual con este hombre que es capa
miedo sentirte atraída por mí? ¿S
guntas. ¿Cómo lo sabe? ¿me delató mi rostro? Lo observo en
oso? Porque para mí, nada de esto
die te dijera que hacer. Ahora, viene un completo extraño que te hace una propo
necesita tener a su lado a una persona que pueda con ella. Pues
uerdo mi labio inferior, mientras respiro agitadamente. Él m
ener sexo con
e, "no era precisamente lo que tenía en
diversas tonalidades de rojo. Baj
ue proviene desde su pecho como un ronroneo. Aunque parezca t
r decirle, "gracias." Él sonríe y di
e pregunta, "¿Debo doblar a
as y a mano izquierda está el bar
acue
s. Me dispongo a bajar, cuando él se adelanta y me abre la puerta, e
oliendo el aire. Abre mucho los ojos y veo como su co
e los hombros contra la pared y grita, "¿