Destino IMPUESTO
-Lo dijo
rad
es. La atmósfera, sin embargo, estaba cargada de tensión palpable, ya que Janina y Sebas
, ¿por qué no le das un recorrido por la finca a Janina? -
la señorita Sandoval en un recorrido por la propiedad
encio se imponía entre ellos dos. Sin embargo, en un mom
n! -dijo con sarcasmo -no puedo evitar preguntarm
en con una sonrisa por demás cínica -quizás deberí
os silenciosos que hablan más que cualquier diálogo. La finca, en lugar de ser un escenario para la reconciliación, se convertía en el telón de fondo de un enfrentamiento silencioso entre dos almas que se resistían a ceder ante el destino impuesto por una realidad inaceptable. La cena en lo de los Mirel
milia Mireles tenerlos aquí, en nuestro hogar. La unión de nuestros lazos será un
ba forjando, observaba todo con inquietud. Pero al final de la cena, la tensión en el a
esito hablar
conversación en el despacho y sabía de qué se trataba ese viaje a la finca
reámbulo alguno -es lo mejor para ambas fa
padre lo había dicho en voz a
stián es un buen hombr
illetera abultada -comenzó a llorar -no puedo creer que
lo mejor para ti, con el correr
zón roto por la noticia que acababa de recibir, salió corriendo sin rumbo, sus lágrimas desdibujaban el paisaje de la finca. Corrió y corrió, la desesperación guiando sus pasos hasta que finalmente, exhausta, se detuvo junto al tranquilo lago. El silencio del lugar se vio interrumpido por el eco de sus sollozos mientras ella, sintiéndose atrap
endo? -preguntó de
ho de que estabas mal -respondió con una espon
rdo? ¿Un matrimonio arreglado en pleno s
se lleve a cabo la ceremonia, tú y yo nos sentaremos a hablar para plantar las pautas de un arreglo propio. Solo nosotros, sin ellos interviniendo, de esa forma tal vez, y solo
oda esta mier*da? -Lo miró, ya no con angustia
e pie -te aseguro que a mi tampoco me resulta agradable. Es una situación
or que tener que v
arregla
o ella también d
que prefieres verles comer de la basu*ra a atarte
como corriendo llegó, corriendo se fue, dejando a Sebastián pa