SingleDolls: Humanoides creados para enamorar a sus dueños
l barranco por donde caímos; con cierta cautela avanzamos bajo la luz
ura a estas horas es muy oscura y temeraria. Espero y logremos encontrar una forma de subir a la ca
uedes tan atrás de
s de todo... ¿Cómo es que sabes
irada enfrente-. Veo que agarraste tus acces
unas de mis c
despis
esperdicio de
eDolls única, eso te hace
me sentir bien, aún cuando lo he tratado a las patadas;
iato voltea su rostro para ver
si te pareces muy largo p
is... Da pereza dec
s otra de tus
rito enfadada y él simp
es de salir del área del accidente me puse el cursi y floreado vestidito que traía como accesorio de la caja, y debajo tengo puesto ese horrendo vestido de baños rosado que traía puesto desde la caja: p
s me recorre con la mirada-. Es
. miércoles, un momento, ¿mié
ntas carcajadas l
tá activado, por eso no pu
¡¿Cómo me quito esa
rotar con alcohol para remover el sel
del muslo derecho y n
go un sello atr
bajo de la n
o?! -le exijo respuesta mientras in
¡claro
. ¿Acaso insinúas que mi cuerpo es un
que amargada eres, en seri
ces, mientras más nos acercamos más a
yo vivía con mi expareja; podemos ir a m
en.
a la mayor brevedad. Chris se interpone cruzando uno de sus brazos frente a mí y me obliga a retroceder tras
ada vez están
aja-, parece que tenemos com
ieres que yo haga?! -
GRUÑONA,
o con todo este terror que siento. Al voltear la mirada veo como tras nosotros aparecen unos hombres desalineados que visten rop
blo, ¿dónde está? -p
s cerca! -el desgraciado respo
-esta falta de aire no m
ígu
ente frente a nosotros. Con cada pisada se escucha el crujir sobre la maleza, batallamos para no caer cada vez que
o que hay en el fondo, pero parece que Chris conoce bien el lugar. Le veo caminar hacia una i
a un c
digas
vas a sentar en el cartó
mente, no
evanta entre sus bra
empo que perder, aún
ces? ¡¡B
o se lanza sin previo aviso. Vamos deslizándonos en velocidades abismales. En un intento
oco que podría pasarme e
plana hasta detenernos e inmediatamente me levanto del cartón c
enfadada, con muchas ganas de apreta
sa las manos sobre su castaño cabello-. Confí
¡Ya deja de comportarte como el maldito prín
ros, digo, casi mueres quemada, casi te matan
radecer; no me sale es