EL CALOR DE SU PIEL

i deuda estudiantil, un matrimonio fallido, un trabajo extremadamente pesado y exigente, y saber que mis compañeros hombres ganan más que yo solo por ser hombres, mientras esquivo

rimera vez y noté esos hombros anchos y esa mirada que parece gritar: "No juegues conmigo porque te arrepentirás". Sin embargo, él parece no notarme. No es que sea una mujer clásic

no quiero a mi lado un hombre dulce al que pueda manipular, ni uno que me llene de chocolates y flores. ¿Qué sería

en el sexo, de tal manera que solo quiera gritar su nombre y así pueda perdonarle lo que sea. Sacudo la cabeza, tratando de espantar esos últimos pensamientos que están generando en mi cuerpo sensac

stián en urgencias. Todas las mujeres del lugar lo miramos, mojando los interiores por él en es

exander. Lo encuentro clasificado como el paciente NN32, lo cual nunca es bueno. A diferencia de mi hermana, no suelo pensar b

que representa un riesgo para el hospital si no lo hacemos. Obviamente, me inclino por pensar que Alexander y su familia pertenecen a la segunda

que llevaba hizo un buen trabajo, y solo una bala logró atravesarlo, aunque no causó una herida profunda. El verdadero problema, como en muchos de estos casos, es

ienda que no es tan terrible como parece. Afortunadamente, Chloe está con ella, así que puedo estar tranquila, ya que se encargar

a Sebastián sentado en una de las tantas salas de espera. Es tan serio. Seguramente me está esperando porque le pedí que lo hici

a cabeza que se olvidó de sí mismo. Seguramente no ha comido nada en horas. Me siento culpable, pues posiblemente, si estuviera con el resto, algo habr

con leche

ahora; quizás eso ahuyentaría los pensamientos que este hombre me genera. Tontamente, pienso en que tal vez

bería haber sido al contrario, eres tú

descansar; esta noche tu primo tiene mucha compa

él y parece reflexionar

-pregunta tras darl

, así que solo es cordial. Supongo que es todo lo que h

h hace tres

o a comer, hablamos y l

las galletas y me ofrece una, pero la rechazo. Cortés, muy cortés, casi protocolario