El Abogado del Diablo

le restaban de la tarde, decidió comenzar a estudiar por primera vez el caso. Normalmente debería haber revisado aquel informe antes de

ción. Sabía que si lograba vencer en ese caso de apariencia imposible, ganaría aquello que tanto anhelaba: renombre. Y aunque egoístamente disfrutaba del reto que significaría, no podía evitar quedarse pasmado ante el record criminal que estaría cargand

ue permanecía albergado en su corazón, que ni siquiera fue consciente de la persona que in

a joven, sentándose en la silla frente a él

debería tener miedo de mí –comentó burlón, relajando su

te toca defender a tu ex –movió las cejas de arriba ab

ea tan floja de lengua –ento

horas desde que salió del encuentro con Idan, así de camino a casa decidió llamar a su jefa Nadine y explicarle

a para agarrar su mano y sac

una maravillosa mezcla, y siete años después incluso trabajan en el mismo bufete. Selene era de ese tipo de abogadas que se saltaba de lleno tomar algún caso complicado, no porque careciera de intelecto, pues eso le sobraba, sino por

el joven abogado despué

e hablas

empo, es algo que t

malo

ue demasiado bueno,

ntran nada más y nada menos que como abogad

a en especi

complicado, pero a

récord de cinco denuncias graves –explicó C

io? Está acusado de asesinato, lavado de dinero, tráfico de drogas

r en lo que se

ealmente es parte de tu pasado, s

ta con Idan, era él de ese tipo de personas que desarrollaban fácilmente dependencia emocion

cto a

afé entre sus manos, su mirada se encontraba tan perdida en el contenido de la misma que pareciera que allí, dentro de

a responsabilidad afectiva. No pretendo co

o

lamado madurar. Él y tú tienen que e

. Sé que tienes razón pero él también la tiene al odiarme. Mi culpa fue romperlo en

ces qué

oy debat

aso, deja que ot

el bufete qu

ificación. Lo que creo es que tú estás tratando

lo d

alma que se siente culpable. Algo así está lejos de ser un acto de bond

ene. Como siempre la castaña tenía los argumentos

ando se trataba de Idan, tanto en el pasado como ahora. Era su a

manos comprobó que se trataba de un número desconocido para él. Suponiendo que se

D' La F

ndió con ton

será el encargado de la d

sí

a, será mejor que se asegure de que I

e amedrentar por amenazas como esa, definitivamente no habría elegido ser abogado. No pierda su t

ás, colgó el teléfono para dejarlo caer bruscam

sido eso? –pre

me para que haga a

e maldit

decidí, c

as, Idan Evigheden

gó la frente confundido, no esperaba visitas y el portero nunca dej

sara a ser aterradora. No fue el único que lo creyó, pues al mirar los ojos de su amiga y ve

erta, veía los gestos de la castaña casi

un sicario –

e tomaría la molestia

tó una exhalación de alivio para abrir la pue

heden? –preguntó e

onizó para hacerlo a un lado

e que podí

re tus lindas piernas, así que im

tre esos dos posiblemente iría más a lo personal que a lo laboral, decidió escu

–volvió a pre

estra primera reunión como abogado y client

sonalmente? Podías haber mandado un

ó mirando los alrededore

e de un

me ha llegado información,

é lo han

mí. Parece que el demandante y principal

Mu

or los alrededores mirando el departamento –. Según supe le co

mueca de incredulidad –. T

eer algo así de

e benefic

·se encogió de hombros

ntempló pasmado para pasars

comienza así que prepárate, mi niño de ojos bellos, porque