Rubí - Miedo y Culpa
s al despertar, estoy acostada boca abajo en la cama, mi cuerpo mandaba señales de dolor desde
sábana y con dificultad me pongo de pie para ir al baño a tomar una ducha caliente con la esperanza que a
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e ligeros detalles de textura, me maquillo y arreglo el cabello para dejarlo suelto, para finalizar me pongo mis tacones, es un completo calvario estar vestida
creer que sean tantas, llego a la cocina en donde la sirvienta me hace señas discretas de que mi esposo está en el c
me entrar una gran sonrisa se dibuja en su rostro, llego a la silla que esta a su lad
amento.- no lo lamenta, su voz está cargada
da, esto
nción en su celular, está acostumbrado a mi seriedad y mi forma cortante de responder, por ello nunca
n tus cursos aún?.- me pregunta, sin siquiera v
o terminé la s
cer? ¿Tienes pensado al
y concentrando en leer, fui hace como una semana a comprar unas nov
las mujeres son muy soñadoras no quiero qula tierra y sé que todo eso es simple fantas
la cabeza y comienzo a picotear los trozos de fruta en mi plato, desde don
alió perfecto te
mina la llamada, se pone de pie y me da un beso en la
quiero su compañía, me limpio la frente en donde sus labios tocaron mi piel, term
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efectiva y disminuir mi dolor, pero no desaparecerlo por completo, cierro los ojos sintiendo un cansancio y fatiga no solo corporal sino también emociona
que no mueve la cola como otras veces, sé que no va a atacarme, pero aun así no puedo evitar tener un mal presentimiento form
par de veces, al ver que solo lo observo extraño y no capto el mensaje del todo me mue
e alguien sé lo dé; pero con forme me acerco siento escalofríos, estoy batallando un poco para llegar, no hay camino asfaltado así que mis tacones se hunden en el verde pasto. Conforme me acerco
n sigilo, empiezo a caminar con más desesperación sintiendo que mi corazón se sale de mi boca, no la pensé para empujar la puerta de madera que estaba entre abi
que conozco más de los otros tres, yo siempre me hice la de la vista gorda, traté de ignorar todo lo malo que pasaba a mí al rededor, justo frente a mis narices poniéndom