Bajo La Luna Roja
e anterior. Su mente volvía una y otra vez a la figura de Lyria, al brillo de sus ojos bajo la luna. Cada fibra de su ser se rebelaba contr
beta y los miembros de la manada. Había intentado enterrar el recuerdo, pero su l
amientos-, esto tiene que parar. No has estado en
en con un gruñido, a
, cruzándose de brazos-. Algo pasó en el bosque, y no pu
oscuro. Caleb tenía razón; siempre lo tenía. Pero
por primera vez en su vid
rqueó u
? ¿O a
retó los
a Ly
el aire. Caleb parpadeó, incrédu
ento? ¿La hija d
S
ué hi
tensa-. Pero la luna... me
do de incertidumbre. Caleb finalmente su
... comp
ble -dijo Aiden, con un gruñido b
s seguro
sorprendido p
tás sugi
. Solo digo que, si la lu
i responsabilidad es hacia la manada,
amente, pero no pa
*
o contra los pensamientos intrusivos sobre Aiden. Su padre notó su distracción en el desayuno y le lanzó u
-le preguntó mientras se dir
Lyria, fingiend
. No eres b
susp
e... l
qu
id
n seco, su expresi
los Sangrel
ue. Fue...
ó Kieran con incredul
antes de
olo... h
l ceño, claramente desconcert
e -dijo Lyria, ev
uieres
su voz bajando hasta
lla... me l
conf
den es
ureció aún más, y un gruñi
uede estar
me, l
*
o, Lyria decidió alejarse del campamento para despejar su mente. Caminó sin rumbo fijo, permitiendo que e
ncontrarnos -dijo una voz
os en alerta, pero su corazón lati
su tono desafiante, aunq
-respondió él, dando un pas
u manada -dijo ella, cruzándose
-replicó Aiden, su voz g
nte, su corazón luch
, su voz quebrándose ligerament
acercándose otro paso-.
a rápidamente, aunque su voz
él con suavidad-. Lo
bosque contuviera la respiración. Lyria apartó la mira
ne sentido -
mano hacia su rostro-. Pero tamp
jilla con los dedos. Su toque era cáli
con una mezcla de miedo y
e hacia ella-. Pero prefiero arriesgar
cerró la distancia entre ellos, sus labios encontrando los de ella en u
había manadas, ni guerra, ni odio. Solo e
la distancia los hizo separarse rápidam
ciendo esto -dijo Lyr
a buscarte -respondió Aiden,
las palabras se quedaron atrapadas en s
ó finalmente, antes de girarse y des
razón dividido entre la razón y el deseo. Sabía que ambos estaban jugan
aba cuán imposible pareciera, haría lo necesario para proteger ese
ión, aunque teñida de dudas. Había una guerra en su interior, pero también una ce