Luna Rebelde
n más pequeña de lo que es. Ambos hombres a sus costados son demasiado grandes y sus piernas incluso sufren en el espacio trasero del coche. ¿Qué clase
sonrisa tonta en su rostro le causa repelús. ¿Qué le pasa? ¿Acaso tiene algo en su rostro que le parezca demasiado chistoso? ¿No le duelen
dos y su ancha mano está posada en su muslo mientras mueve los dedos largos de for
bastante notorios bajo esa tela blanca de su camisa. Su barba, también pelirroja, le da ese aspecto recio y salvaje que
estado extraña toda la semana, pero esto definitivamente le
puede estar sintiendo? ¿Rabia? ¿Enfado? Eso es lo que debería sentir. De
ver a Selene. Sus miradas se encuentran y aunque ella trata de repeler sus emociones, es imposible lograrlo con Saya no colaborando
epente su cuerpo levita
go las piernas sanas -La joven no tiene claro de dónde so
lene no es tan grave y ha notado que ya está empezando a sanarse, pero no quiere que ella piense que es un patán que la deja a su
lrededor del cuello de Connor y se deja llevar. Está claro que este hombr
la tonalidad de sus ojos. ¡Vaya! Sus ojos tienen la tonalidad exacta del bosque. Aunque, ahora que lo piensa, él huele a bosque luego de una llu
los movimientos de estos en cámara lenta, abso
la están aferradas en la parte de atrás de su cabeza, jugando con el mechón de pelo que allí se encuentra.
za en un nanosegundo al darse cuenta de lo que estaba haciendo.
de la camilla y se d
ciudad -Connor no puede evitar aclararse la garganta al notar la mirada lasciva de la enfermera haci
-. Sara, no es necesario que llames al doctor
, sino también a la enfermera-. Señorita, por favor, llame al doctor -aho
ero no completamente molesto por la forma en que ella lo está apodando- Tú no me mandas ni me gritas. No te
os por la forma en que esta pequeña joven arisca trata a su alfa. Si ella fuese miemb
re la camilla y la pared mientras la mira fijamente. Sus rostros están a un par
o certero y rápido, se sienta con ella en el úni