Fuego en la Piel
po en ese momento era primordial, recordó que su tiempo estaba medido
y media para estar cont
el rostro de ella para que res
o para ir a un club con mis amigos, pero me
ó y cruzó las piernas de Ámbar en sus caderas, caminó len
e solo fueran a jugar y como toda una traviesa empezó a
ntura. Tenerla en su regazo era suficiente para despertar e
vuelta para senta
susurró viéndolo a los ojo
celeradamente. Lo que le estaba confesando Ámbar, era algo muy
besando sus labios, sus manos traviesas v
ó a la habitación, de manera delicada la acostó
mi novia ¿cierto? -habló Julián acari
que te vi -declaró Ámbar dejando a
besándose de manera tierna, saboreando cada centímetro de ellos, su lengua tocó el
piernas para hacer presión de s
l cuerpo de Ámbar, era inexplicable, cada bes
que le tenía, El pequeño vestido que cargaba dejó de est
ra apreciar lo que para él era e
, su cinturita se amoldaba a su cuerpo, su largo
lobita -habló vién
Julián no se quitó el bó
fuertes gemidos de ella, el centro de Ámbar dolía de lo excitada que estaba, la mano derecha de Julián fue bajando por todo su abdo
musitó a
ue bajando hasta quedar a la altura de su vagina, levan
ró nuevamente c
voy a disfrutar haciéndolo -le habló de maner
mojó con su saliva, fue acariciando haciendo círculos hasta ir adentrando solo
u dedo metiendo esta vez su lengua, arrancando un fuerte
jalar su cabello y gritara de placer. Su vaivén con su leng
hasta sus labios y la besó, continuó con sus besos en su
tras él se quitaba el bóxer, abrió más su
-gimió co
ció sus senos con una mano sin dejar de besarla, tragando sus ge
laba su cabello, hasta sentir
una sonrisa, aunque una lágrima bajaba por
ando moverse lentamente, al principio sus quejidos eran de
e el principio porque deseaba tanto sentir sus partes unidas completamente, Ámbar sintió miedo cuando quiso
gustosa por todo lo que estaba sintiendo, Julián estaba por llegar a su límit
aban disfrutando tanto el momento que no se habían dado cuenta
ezó a sonar repetidamente
nas inmediatamente fallaron, Julián se levan
mucho ejercicio -bromeó
cuatro -susurró c
e inmediato donde tu amiga -l
se bañaba se dedicaba acariciarlo queriendo grabarse cada p
pared y se acercó a su oído pe
e tiempo para disfrutar -susurró
io vuelta mordiendo
e -acusó Julián por com
ho nada -mu
ente desnuda tocándose sin parar y
de ti lobita, quiero verte manejarme a tu antojo -sus
ró excitada res
de la regadera en brazos hasta llegar a la cama,
mpoco deseaba detenerse, iría hasta Italia detrás
ue el Ámbar no llegaba rápido y
ó a su auto mientras Ámbar al de Aitana y en minutos llegaron a la mansión de su amiga, qué rápidamen
talles y explicarle el por qué no había regresado a la hora
en la inmensa cama donde había quedado la manchita de sa
ita y advertirle que al despertar, aman