Fuego en la Piel
completamente a un nuevo día. El cuerpo de Ámbar sentía un gran dolor que la h
teléfono. Ella de inmediato recordó que no le había avisado que se q
sus ojos, tratando de acostumbrarse a la luz del sol que se adentraba por la ventana de la habitación. S
icando que se había quedado con Aitana y q
Su madre interviniera para que Braulio dejará de atosigar a Ámb
que no era momento de dormir y que debía explicarle
z en cuanto llegue porqu
cuerpo y alma a Julián, dándole su virtud y de
que te diga?
léfono aún en la mano, y miró a
guntó Aitana, su voz aún ronca po
ó y se recost
los ojos con un poco de vergüenza por
junto a ella y la
istió. Esperand
los ojos y mi
-Dijo con su voz
No imagino que las palabras de Ámbar de qué s
o puedo creer
y emociones, todo lo que había pasado con Jul
tención, su rostro reflejando sorpresa, e
a? -preguntó Aitana, cuan
encogió
ro feliz -Continuó, haciendo que
uerte, iluminando el cabello desordenado
lmohadas dispersas por todas partes. No e
vantó y se di
ar un baño y
rfecto - d
hambre en e
un dolor agudo en su cuerpo, pero s
entregarte a él
acer, nena -
a mirada de sorpresa
descarada -
ó Ámbar mientras veía a su
lián, le daba una hermosa vista de todo el cuerpo a Julián,
iel se erizaba. Deseaba tanto que esa primera vez fuese un poco diferen
ntrándose a la habitación para record
ado en la cama-. Iré a donde estés y seguiré probando de ti
un baño para ir a casa de Noelia y seguir con los
arle un par de men
ha
¿cómo te
pondió Ambar. Esperando su
o y de besitos. Aunque recibió de
luego -le escribió Julián. Ante
tiera feliz y olvidará qué Julián no le d
r no ver a su hija llegar a casa. Le había advertido que llegase
d de Ámbar. yo me desaparecía con
a más los cel
ar mis celos -suplico con
quién caiga en las garras d
su esposo c
a de quién quiera llevarse a
a muy caprichosa y a veces ma
pareja, ámbar caminó como si nada hubiese pasado horas
ste mi vida? -P
cuerpo -respondió ámbar como si s
Se pasaron de la ho
s padres de Aitana -Habló
ue su padre creye
poco de sopa para luego ir a dormir nuevamente. Eso sí dej
er amada profundamente. Aitana pen
su duro pasado y por el cual era
s at
cimiento hasta sus 7 años que la familia
eja a no adoptar a un niño y
había robado su corazón al ser una niñ
ad de mantenerse en casa para cuidar
de rico, pero llevando siempre su humildad dentro. Conoci
erentes pero que siempre e
ese
resente que le daba la vida, su único miedo era llegar a escuchar a sus pad