Seduciendo al mafioso
ill
para asegurarme de que él se quedó atrás. Me tiemblan tanto las manos en e
que habla
estro dormitorio. Y r
la encuentro envu
a encontrado -s
ado Camille? -contest
do, pierdo
r, Ela? Benjamín, e
se incorpore con s
¿Qué ha
ada e intranquila. Me siento enloqueci
etada en la cara la r
Ela? -preg
e quiero! Es que nunca te h
go antes de añadir un poco avergonzada-. Tú no viste la mirada en sus ojos, el agarre
.. suena caliente lo que me cuent
e se comporte así
amente aprieto los labios recordando sus palabras cuando me inte
Camille? -dice Ela mi
i boca cerrada sobr
tá bien en él y por ello no puedo descuidarme. Y para empeorar las co
o me excuso para tomar una d
amín
aso porque no puedo evitar que mi
rimiento. Estoy acostumbrado a Nueva York, la ciudad que nunca duerme. Y en esto, rec
mejor que estar
dad de mujeres hacer lo suyo tratando de conseguir dinero. Ninguna me llama la
n, sacudida y balanceo que hace casi como si estuviera bajo un hechizo. Y la forma en que trabaja la barra pondría en vergüenza
nvade. Quiero arrancarla del escenario. Hacerle saber
o se detiene frente a mí moviendo su jugoso trasero. Se agacha justo
Lentamente se pone en cuclillas con las piernas abiertas como las alas de un águila.
esa que pone me hace sonreír. Ella se levanta y se escabulle
tos con hambre. De vez en cuando me mira, para ver
parece, pero la veo mezclándose co
e con ellos ofreciendo bailes eróticos para conseguir más dinero. Y sin darme cuenta, una
susurro al oíd
la rubia
asi
ro ahora
se aparta fur
a vip y espera en
cuentro la sala tres y
ill
un codazo con el ceño frun
ero fue el hecho de que Benjamín esté aquí, lo cual casi hace que mi sistema nervioso colapse. ¡Ese basta
cabeza y me q
no es lo mío joder a solas a un extraño..
merino a retoca
o a la habitación 3, temiendo seriamente esto.
-La profunda risa d
y luego añado-. No v
son
que paga. Tien
el pomo de la puerta, pero su sig
u dulce princesa es
i siento ira o miedo. Él tom
quieres mantener tus actividades travies
los puños ce
des hac
. Cuanto antes lo aprendas,
el dedo dela
ntre nosotros. -Y él se limita a
s en un loco silenci
ndo? -pregunto un
Parece que su hija va por el mal camino. ¿Qué
trevería
de llamar. Mi ira se desborda y me lan
fono ahora o te prometo
capar una
a, le he dado a colgar. Ahora, si no quieres que cum
os estar atrapados el uno por el otro, pero rápidamente sacudo la cabe
od
nublarse y cont
la, muñeca, po
haber dicho eso, pero el diablo se ha metido en mi piel y he ac
sp
mi trabajo entre nosotros? -Y para enfatizar
miento profundo, casi como si estuviera llevando a
-Entonces la seriedad lo abandona y sonríe-. ¿Debo sen
a mi
demás, si lo cuentas, solo recuerda que yo tamb
Camille? -preg
burlo
go más, me siento empujada contra la pa
que lo hicieras -dice con una voz que me desconc
u mano de mi gargant
or, déjame ir. Me estás haciendo dañ
de sus ojos y retira la mano. Me frot
ue irme
Mira Camille, lo siento. No
mano rozar
me mu
suya y él me quita la úni
die sabrá de tu tr
omento sí confío en él. Sus
Y yo, empiezo lentamente al principio. Frotando mis manos arriba y abajo de su
cara a él, pongo mi tacón en su pecho y le empujo suavemente hacia atrás en su asiento. Muy seductoramente, me siento a horca
anos agarran
ques. Va en contra d
ez más. Su respiración es más fuerte. Y yo estoy disfrutando viéndolo as
arte. -Sus palabras es
izo mi cuerpo a lo largo del suyo, quedando de rodillas entre s
rpo, me acomodo de nuevo en su regazo. Su dureza me presiona y me pone caliente
urrarle al oído y l
verdad? -Su única re
bajo a la perfección, me bajo de
de que pueda agarrarme, sa
a más no poder. Pues me lo imag
ir, yo también esto
a otro, pues me he olvidad
ro me encuentro con las manos v