La Princesa Perdida: El Renacimiento del Fénix
Hailey estaban en los jardines de Qingxin Palace. Esta última se encontra
nte no se rendirá. Si ella lo rastrea, me temo que...". Cuando Hailey pensó en los acontecimientos del día, s
o que he preparado. Ella nunca podrá encontrar pistas que indiquen que yo tuve algo que ver con todo esto, por el contrario, todas las pruebas
rigas y conspiraciones. A pesar de la edad de la princesa, esta había sido m
bían vuelto locos después de oler el sándalo. El sacerdote taoísta aún estaba intentando acercar el ardiente incienso hacia ella. Era obvio que este material había sido el detonant
diariamente he estado prestando atención a sus movimientos. Noté algo, una vieja sirvienta qu
sentido. No obstante, Julian seguía
precisamente el mismo día en que seleccionó a Hailey. Esta criada hizo una reverencia y dijo: "Su alteza, le hemos preparado en la cocina una sopa de judías verdes p
", Yvonne tembló cuando un recuerdo vino a su mente. L
to: "Desde febrero. Ya estamos en ag
hizo fue quejarse todo el día del calor que hacía entonces, así que exigió a sus sirvientes que hicieran que dicho calor terminara: e
esto llevaría al pueblo de Ning a una grave sequía. En su última vida, solo volvió a llover el día en que se llevó a cabo la ceremonia de la mayoría de edad de Joyce. En ese entonces, la emperatriz había aprovechado la oportu
ras a la chica. Yvonne recordó estar celosa en ese momento, pues incluso
ospectiva, cayó en la cuenta de que los eventos no habían sido más que una mera coincidencia. También pudo ver cómo la emperatriz
oído que la mayoría de la gente común siembra cultivos para alimentar a sus fam
zco muy bien qué tanto dependen los cultivos de las lluvias. Los campesinos viven a merced de los cielos. Si hay una larga sequía o demasi
a, eso es todo lo que puedo darles. Espero que el dinero brinde un poco de alivio a las familias. Hannah, puedes e
onmovida que se arrodilló y dijo: "Gr
vantó: "Tráeme un plato de
manejando los asuntos del gobierno. Cuando llegaron al palacio, la princesa y Hailey vieron al señor Zheng, el director del Eunuco I
s. Pensé que papá podría estar cansado después de ocuparse de los asuntos del gobierno, así que le
nformaré a su majestad. Su alteza,
uedó perpleja y comentó: "Alteza, a su majestad no le gusta que lo molesten cuando
lo vea sin que antes esta se dé cuenta. Gracias a la dama Alice, tuve la oportunidad de visitarlo ayer. Sin embargo, hoy tengo que visit
punto de preguntar, la puerta se abrió. El señor Zheng estaba de regreso, se
Zheng". Luego le guiñó un ojo a Hailey, quien rápida
sar, notó que también había varios funcionarios en el pasi
, esta última seguía siendo la verdadera esposa de su señor. Tenía algunos recuerdos de lo
os. El Viceministro de Finanzas era un hombre de mediana edad, con un comportamiento civilizado y con quien Yvonne se había escasamente cruzado en su vida anterior. El hombre a quien nunca había visto parecía ser de alto rango, pero no podía estar segura, ya que estaba vestido
uenta de la presencia de una persona tan elegante en la Ciudad Imperial? Ella intentó no ser muy evidente en su interés, por lo que después
s con sus leales funcionarios. Lamento mucho entrometerme"
ué trae a mi Yvo
o calor hoy y mi criada me ha preparado una sopa de judías verdes. Quise traerle un
tomó un sorbo. Luego preguntó:
no llueve. Si no llueve, la gente no tendrá cosecha. También me dijo que no tendrán comida para comer. No creo que haya mucho que pu
. Sin embargo, había oído hablar de sus distintas fechorías. Recordó cómo varias veces perdió los estribos e incluso castigaba a personas al azar. Por todo ello, este se fue decepcionando poco a poco de la niña y hasta dejó de preocuparse por ella. A pes
desapruebo su solicitud, pero eres una niña pequeña. Me preocupa que viajes sola
o: "No se permite a las mujeres de la Casa Imperial entrometerse en los asunto
voz, era la de Noah, el
majestad lo exige. Dicho esto, escuché sobre la sequía después de sostener una conversación con mis damas. Aunque no se me permite interferir en asuntos políticos, puedo rezar tanto por su majestad como por el Estado
stificación de Yun su hija: "Esa es mi hija. As
ortantes con sus ministros, me gustaría pedirle permiso para retirarme". Su padre asintió. La niña hizo