Diario de un difunto
a con mi familia y contarles sobre mi enfermedad soy consciente que cada día me veo peor, lo cual ha hecho sospechar a mi familia en más de una ocasión, comie
s a
veces no logro digerir bien los alimentos y ni mencionar mi medicamento, cuando salg
ucede Melissa? -Pregunta mi madre mi
algo que comí -Respondo co
Su pregunta me toma por sorpresa dejándome unos segundos en blanco y sin saber que responder -Tengo razón por eso no dices nada, ya eres bastante mayor como para comp
e solo pensar en que un pequeño ser estuviese creciendo en mi interior y con mi enferme
los más evidente -No hay otra explicación para esos vómitos matutinos -No quise contradecirlo, pero la verdad e
he hablado con ella y tal vez me los cambié, así que por favor no se hagan ideas equivocadas -Trato de so
me obligaban a sentarme y cenar algo con ellos después de eso tenía prohibido ir al baño, al
comportamiento tendré que mudarme -Respondo molesta cuando mi madre me siguió
debo de ser paciente y encontrar el momento oportuno para hablarles con la verdad ya que no puedo se
nas
en cualquier momento podrás romperte de tan frágil que pareces -Preg
graña no me veo nada bien, pero gracias por preguntar -Respo
desorden alimenticio, recuerdo que casi morí de la vergüenza cuando mi jefa Lucía me mandó llamar a su oficina, por un momento creí que se debía por cue
en que esos desgraciados me acusaron con mi jefa debido a mi apariencia -No te molestes con ellos, lo hacen por tu bien, déjame decirte que si necesitas tomarte un tiempo para sanar el problema que padeces por mi parte no tengo inconveniente, lo primero es tu
octora es bastante fuerte por lo que a veces me pierdo el apetito, pero ya estoy viendo con ella alguna otra alternativa
pero sabes que cuentas conmigo en todo momento -Después alarg
oder evitarlo, les lanzo una mirada sepulcral a mis compañeros
ro ver sus caras de preocupación, ya en mi cuarto tomó el calendario y decido que en