NOCHES ROJAS EN RUSIA

ONE

ado con el hielo que tengo en las venas. Respiro lenta y profundament

o sé su nombre, pero su acento ruso es inconfundible y su silencio me dice que es un profesi

o de un cuchillo bien afilado. Me giro completamente hac

inmuta, sus ojos fi

prosigo, mi tono es lógico, pragmático, la astucia de los Koslov-. S

, Malyshka - responde, con

brizio Koslov. Te lo garantizo: cualquier cosa que te deba o que desees, s

nfianza y el respeto que el nomb

te conviene. Dime qué quieres: dinero, un favor, territorios. Yo me encargo de que lo tengas antes de q

de la carretera. Me escrutan de arr

diminutivo es pura ironía. - Pero tu premisa es defectuosa.

¿Venganza? - le presiono, bus

ndo la mirada al camino-. Y el mensaje requiere de la

por dentro un nudo se aprieta. - Soy un ser humano, soy s

ta un r

ión ha fallado. La calma aún me sostiene, pero sé que estoy atrapa

es ahora solo una extensión infinita de bosque invernal y nieve. El pitido sordo en mis oídos comienza a ser el sonido del pánic

pregunta se me escapa, má

omplica con cada kilómetro que nos aleja de la capital. Tú sabes quién es mi padre. ¿Crees que eres el único que tie

va - replica, su tono monótono, si

rá un ejército. Te está buscando ahora mismo. Cuando te encuentren, no habrá un juicio ni una negociación. Habrá una ejecución lenta y dolorosa.

mientras el todoterreno se desl

un hombre cuyo nombre desconoces.

ocupaciones. La furia de mi padre es

sar que tu padre me está busc

er? ¿Permitir que su hija s

soy u

y absoluta, es más poderosa

te mundo. Y ese hombre... ese hombre no se detiene a mitad de camino para negociar con la merca

tar, mi voz apenas audibl

boca. El viaje será largo, y te prometo, princesa, q

de la noche y la conciencia de que he pasado de negoci

enan con una certeza tan brutal que el miedo da paso a algo mucho más caliente y peligros

o, sin importarme la distancia, la amenaza, o su tamaño. - No tienes idea con quién te has metido. Mi padre no solo te encontrará a ti; él rastreará a cada hombre que te h

so, finalmente reacciona. Y no es

r

o. Es una risa genuina, pero desprovista de humor. Es la risa de un

e siento humillada, expuesta. - ¡No hay nada gracioso en esto, estúpido! ¡Cua

gue, pero una sonrisa lenta y cruel permanece en la comisura de sus labios. Es la sonrisa de un rey ante un desafío in

piración entrecortada por la indignación. Mi cue

más teme no consideró sus represalias? ¿Crees que alguien tan importante pondría su propio cuello en el cepo por

ible. Es impenetrable. Mi rabia no es más que un entretenimiento para él. La distancia entre Mosc

La garganta me d

monstruo

siente, como si le hubiera

descubrir de esta manera. Ahora, termina con el drama. Me g

enue cartel en cirílico. Pero nunca he estado en esta parte de Rusia; el paisaje de taiga infinita es un lienzo extraño que no consigo cartografiar. La d

, el vehíc

uctura de madera oscura, elegante, con luces cálidas en las ventanas. Una cabaña lujosa. Nos acercamos a una

silencio es un estruendo. Abr

s el m

ue les pasa a las mujeres secuestradas. No v

o se abre. Su figur

voz es gra

sa. Llevo la mano al tirador de la puerta. Él se inclina justo cuan

aho

concentra. Lanzo mi rodilla y luego la punta de mi bota

ral de dolor puro escapa de su garganta, y

oy l

. Escucho un grito ahogado y el sonido de la nieve crujiendo bajo las botas de

ar pasar por la abertura, me agarro a los barrotes, intentando escalar de

dolor agudo y un peso de acero se cierran alrededor de mi

, respirando con dificultad, pero con una mano implacable. Su olor a cuer

- sisea, su voz tensa por la ago

la mandíbula con la otra mano. Siento un pinchazo r

- susurra co

o. El mundo se vuel

pri