Única Y Especial
también, tarea que no le resultó nada fácil. Una vez que terminó por fin, regresó a la habitación solo para ver que la mujer había desapar
haberse es
abeza, y cuando la agarró para echar un vistazo, su rostro palideció y s
era sur
a apoyada contra la pared, obse
él, y cuando la mujer señaló el armari
nrió y se puso a saltar eufórica como respuesta. "¡Quería darte un
e una sor
con agilidad. Sin decir nada más, se puso a cantar a gritos, con su voz resonando por toda la estancia.
do, mirándola con el ceño fruncido y pen
..', pero la forma estridente en que cant
para que se bajara de la cama, e Irene, agotada por los continuo
eñía perfectamente al cuerpo, abrazan
bonita y una piel suave, de manera que cualquiera que la hubiera
a cama y la tapó con el edredón, pero cuando ya se disponía a marcharse, ella
e ya la habría dejado ahí, pero su corazón siempre parecía abl
y entonces pensó para sí: 'Fue ella quien lo sugirió'. Tal vez era hora de deshacerse de algunos principios
r de su cintura, arrimándolo hacia ella, y aunque él la apartó inicialmente, molesto por su intención, como la mujer
se dio la vuelta, ella ya estaba acurrucada junto a él de nuevo, y al ver que apartaba l
l hombre, y sin embargo, ante un contacto
a cerca de él, sintiendo calor ahí debajo d
mentos tórridos a sus espaldas, no se ha
olocó un mechón de pelo detrás de la oreja lentamente, y soplá
es de responder
"Ahora ya no puedes echarte atrás, pero me voy a asegurar de