Resides En Mi Corazón
abía dado felizmente. "¡Vamos! Aférrate a esto, ¡es la llave de nuestro nuevo hogar! U
Angela se había encontrado con los mensajes que Christa había enviado a t
ue estaba decidida a encontrar una manera de conseguir dinero para apoyarla. Entonces pidió prestados dos mil dólares a sus amigos y se los
nojaba más ya que la que supuestamente
nsaje de texto de Christa que decía: "El dinero que me diste fue sufici
a en el corazón, era como si esas pal
s debajo de la puerta, después de eso, salió del edifi
tes luces de la Ciudad S eran ta
sentía inexplicablemente sola y pensó mucho antes de decidir no llamar a ninguno de s
habitación de hotel para pasar la noche y comen
en incluso si e
Ciudad S, era tan alto que una persona promedio no podía permitirse
LH Garden, la mesa del comedor estaba atav
avorita. Por cierto, ¿ya está lista la sopa de nísperos? ¡Eso lo ayuda a mant
mente: "Todo está listo, señora. Incluso he preparado la comida
Anna Chen excla
su teléfono so
ijo, respondiend
a cenar", Edward
a?", como no obtuvo respuesta,
su hijo entrar en la casa, ella se acercó aleg
nte a su madre. Kay llevaba años siendo su ama de llaves y había sido testigo de su creci
romper la tensión en el ambiente: "¡Edward, tu mamá p
dido la noche anterior y estaba un tanto molesto. A pesar de ello, él no se desquitó con nadie, en
ente al segundo piso, ign
ente en una maleta. Temiendo que se fuera a ir de la casa, su madre irrumpió en su alco
ntas?", Edward es
sus amigas ricas hablaban de las bodas de sus hijos, ella se sentía celosa y molesta, no había problema con que su primogénito no estuviera dispuesto a casarse, pero ni siquiera
fuera homosexual, ¿cómo conti
n escalofrío le recorría la espalda y no p
gustaban las mujeres o no. Por fortuna sí te gustan, ¡y ese es un alivio para mí!", Ann
a clase de mujer para comprobar mis preferencias? ¿Hic
ero a todos y les había pedido que sedujeran a Edward. Sin embargo, y por suerte para ella, su hijo no había tocado a ningun
preguntó: "Esa chica era hermosa y tenía un cuerpo perfectamente voluptuoso, yo mi
mbro
ioso, levantó su maleta y gruñó: "Siento de
ió tras él mientras gritaba: "¿Cómo es posible
a la habría abofeteado por dec
adelante y le advirtió, "Y sobre esos hombres...
ue tampoco se molestó en detenerlo. Mientras lo veía irse lleno de rabia, algo más comenzó a
udó: "¡Hola, señorita Li! Me gustaría hacerte alguna
n, por favor adelante"
costaste anoche, ¿tenía una marca de nacimient
ta?", la mujer dijo
s acostado con el hombre equivoc
imiento roja en su trasero", la chica re
ad: "No me mientas, sé que no te acostaste con mi hijo
mpañarme y se fue corriendo, lo seguí a su habitación y escuché los gemidos de una mujer en el interior. ¿No me dijo usted misma que mientras averiguara si era