Resides En Mi Corazón
, Hilda preguntó mientras envolví
que sus ojos seguían fijos en Angela
era la primera vez que su indiferente h
ada hacia Angela y dijo: "Oh, ¿te refieres a ella? ¡Es
cido y exclamó: "¿Ella es realm
arla de esta manera!'
recoja todas sus cosas y se mude a tu habitación?", Hilda estab
, Edward se dio la vuelta y preguntó: "¿Qué? ¿
, Hilda respondió: "Sola
y preguntó dudosa: "
ponder de inmediato. "Quizás...", él empezó,
la ignoró y cambió de tema: "Transferí
A pesar de que eran sólo diez millones de dólares, ella estaba feliz porque ahora finalme
lar, después se giró hacia su hermano y gritó alegre
en lo que estaba haciendo cuando de
tás aquí sola?
po. Angela inmediatamente guardó su teléfono y se puso de pie,
ecejo y se preguntó cómo la
bía visto con ella antes", él co
de cuarto de Hilda, pero luego cuando recordó cómo las dos chicas la
ordó algo y agregó, "Casi me olvido de presentarme, yo so
ofreció la mano y dijo
ada telefónica, posteriormente regresó con una caja de regalo en la mano: "Tengo algo con lo que necesito lidiar,
o la caja en la mano y añadió: "Este es un regalo
apado, así que no tenía más remedio que llevarle el obsequio a la cumpleañera. E
le diera esto", Angela dijo mostrándole
en respondió: "Hilda está en el patio
el segundo piso. Hilda había visto a Angela en el momento en que entró, pero desde que Edward se l
ntó a su hermano: "Edward, ¿no sabes leer
s y las siguió hasta el patio trasero. Hilda estaba a punto de ir tra
ba absolutamente nada. Sólo había unos pocos árboles que se mecían con el viento, y cuanto más se adentraban, más
irme: "Ese collar que tienes en la mano
y exclamó: "¿De verdad? ¿
dámoslo y tomemos ciento cincuenta
nosotras? ¿Qué quiere decir esta chica? ¿Quiere roba
ella se preguntaba por
cuarto porque te falta dinero?", Helen pre
a echado, dejándola con muy poco dinero, sin embargo, eso no sig
tiene muchos amigos. Además, ella no sabría si un pequeño regalo se pierd
no era caro para ella? ¡Costaba lo suficiente para com
laron ante el
dudosa, sacó un montón de dinero en efectivo y dijo: "Aquí tienes cincuenta m
e la mano y comenzó a mirar
vuélvemelo!",
a hacerle algo ta
caja tan fácilmente, no tuvo más remedio que
ensamientos. En ese momento, una figura saltó repentinamente
con una sonrisa: "No lo creo, después de todo,
creería?",
do un día desde que ellas se conocieron... ¿a quién crees que le
pues había varios árboles bloqueando su camino, lo que significaba que tenía que rodearlos. Sin
ió que alguien tiraba de ella y ate
reso, ¿por qué estás caminan
a y lo miró. ¡Era el hombre de la otra noche! Ella tragó saliv
identemente!", Edward re
l mundo era