Lo que una chica quiere
entía el placer recorrer mi cuerpo y sonreí. Me estiré larga
nuevo. Después de meses durmiendo apenas un par de horas, por fin pude tener una noche de la
la noche anterior, así que lo conecté con la esperanza de que reviviera con un poco de
puse seria conmigo misma y analicé
e malo, pero sí debería tener más cuidado al hac
no lo hubiera tenido, lo hubiera hecho de cualquier manera. Años cuidándome en lo sexual
no podía imaginar que Enrique fuera un maniático predador sexual que me estaría acechando a partir de
e sorprendía, yo misma terminaba siempre con cualquier cosa que me hiciera ligeramente
orgasmo. Lo dejé que me tratara como una mujerz
tener ese efecto en mí, con tan solo recordarlo? En rea
n por mi computadora. Regresé al comedor, la e
comía un bocado y
palabras que involucraban, s
s que llamaron mi atención se relacionaban con sumisión y prá
iones, estudios, noticias, imágenes muy explícitas, términos que no c
gistré y no pasó mucho tiempo antes de empezar a recibir mensajes. Varios tipos se ofrecían a hacerme su "perrita" y a educarme. Me causó un po
e todo, que no es algo que haces de noche a la mañana. Hay que entablar confianza con la pareja, hablar de los gustos, límites y realizar un consenso sobre cómo llevar a cabo una "sesión". Vaya, al final lo que habí
nmediato, sin importarme que estuviera fría, de hecho lo prefería. Quizá era justo lo que
é sonar el teléfono de ca
ar el cine para hoy en la tarde. La película empieza a las cinco, pensé que podríamo
ía salir y aguantar la charla de ese tipo que quería llevarme a la cama, pero no s
s le expliqué que mi teléfono estaba muerto, pero que estaba bi
a que me interesaba por vestirme bien para él, y se notaba: jeans, tenis y una playera. Me
s y el labial para guardarlos en ella junto con mi celular, que s
erradura sentí un n
exual que me esperaba en la puerta para atacarme? Quizá se sen
se veía nadie. Resoplé y abrí la puerta. Me detuve en el umbral y observé hacia todos lados, pero no lo vi. Un rastro de
Me pregunté. Quizá no tan aburrida como la mía. Y entonces imaginaba escenarios para cada persona. Al tipo alto y delgado le gusta salir con chicas pequeña
hice algunas compras. Entré a la librería y me dispuse a perder mucho tiempo vagando entre los pasillos descubriendo algo que fuera interesante. Ya llevaba varios libros encima cuando recordé que en el foro vi algunas recomendaciones de lecturas sobre temas de sexo no convencional, así que
ar más cosas. Mientras caminaba pasé por una tienda de ropa que siempre me había gustado, pe
l acapararon mi atención igual que otros negros que parecían de látex. Busqué mi talla. Después un
és que me remitieron a las imágenes que vi en internet, los tomé
as caminábamos algo más atrajo mi atención. Una gargantilla de piel negra con un dije de plata. No era particularmente especial, pero de nuevo revivió imágenes que había visto en alguna página de internet: una chica atada de piernas y manos
cosqu
e quería decir que sí. La verdad es que de nada serviría si no tenía a ese al
odiaba llegar tarde, aunque sin ayuda de mi asistente siempre se me complicaba estar a tiemp
rgado en la pared con una pierna cruzada frente a la otra y las manos despreocupadas metidas en los bolsillos de sus jeans negros. Algo en él me hizo pens
hé a correr en esa dirección, debía dar varios giros por la forma en que estaba construida la plaza, así que apuré el paso, bajé un par de escaleras haciendo que la gente se hiciera a un lado, molesta. No me importó. Cuando llegué a la planta baja me puse de puntas tratando de verlo, pero no lo conseguía, quizá habían entrado en algun
s observé salir de una de las tiendas del final. Sin meditarlo di la vuelta y caminé en su dirección, cada vez más rápido. Ya habían salido de la plaza y un coche se detuvo ante ellos, eché a correr