Virginidad a la venta
de tacón, caminó, acompañada por un sirviente, quien la condujo por un largo pasillo del sótano uno. El corazón de la infortunada muje
ían una máscara y la subían a un minibús. La máscara no se podía quitar hasta que estuvieran en
estaba vestida y maquillada, se hizo un peinado pr
a, pase lo
no tres en que aquí, en los pasillos,
a la joven criatura, esperando que la puerta de al lado fu
u servicio." La chica que entró modestamente se presentó, inclinando l
Soy Alexander." Le hizo un gesto con la mano al s
do!" Escuchó una voz agra
tonificado cuerpo, penetrantes ojos negros, en los que inmediatamente se ahogó sin dejar rastro. La hechizante o
y se sonrojó, avergonzada de la manifestación de su inmode
bello, desenredando los entresijos de los mech
arriba. Temblaba de miedo y asombro, obedientemente levantó los ojos y comenzó a mirar a Alexander. Sus miradas se encontraron y dentro de la chica algo b
la primera y más emocionante experiencia. Ella se quedó en si
en la 'escuela de las nobles doncellas', supo mucho sobre cómo satisfacer adecuadamente a un hombre, dónde es mejor acariciar y cómo encontrar zo
peró obedientemente la continuación, adivinando por los impacientes
iempo, una persona tan cercana ahora para la chica que está comenzando una nueva vida que le quitó el aliento al
e sin vergüenz
le sonrió. Tenía muchas ganas de mira
hó y sus piernas cedieron,
esta planeada, ¡debo celebrar una comp
ente le tendió la mano, invitándola a seguirlo. Diana o
das y comida. Había gente sentada en las mesas en sofás de cuero, en su mayoría ancianos con sobrepeso. Había muchachas desnudas sentadas en el suelo
La chica se quedó perpleja y se perdió cuando vio a su alrededor tantos hombres. Quería verl
nder, viendo como su escolta en
o, está
íga
hombres, de verdad, ¿vin
ándose a una de las mesas, sentó a su acompañante en un
o! ¿Te gusta
rendida desde la infancia, el interlocutor, pro
s miradas lujuriosas de los ancianos y se sintió un poco incómoda. Por el rabi