Chica para un bandido
la habitación, dejándome sola. No importaba cuánto golpeara la puerta con mis manos y gritara
signada en el suelo, inclinando la cabeza hacia la puerta. Del otro lado, se escucharon voces masculinas ahogada
i cabeza, ¿cómo puedes simplemente secuestrar a una persona y tratar de venderla?
edad. Mi padre siempre dijo que hay que aprender a desconectar e
de rosa: me llevaron en una dirección desconocida, ni siquiera podía entender en qué país estaba; quieren venderme como si fuera
rtad. No tenía idea de dónde conseguiría tal cantidad, pero esta era la única posibilidad de salvación. Incluso si ten
tos, la puerta comenzó a abrirse,
s!" Dijo Osman burl
dos cabezas más alto que yo, aunque yo no era baja. Este hombre
ta de que la noticia no era nada buena. Al menos para mí. "Tu vida fue apreciada mucho
sman y lo golpeé con todas mis fuerzas en el pecho. Él solo sonrió con ironía, mostran
rá muerta." Se rió. "Ell
brieron y mi corazón
belleza, el Emir
que el jeque. La idea de que me vendieran a un harén, a la esclavitud personal de algún árabe per
que pudiera entender algo, terminé en l
o literalmente s
ortamiento." Quise responder, pero me quedé paral
delgados labios
a. "Dormirás, te calmarás, harás fácilm
, pero en ese momento Osman clavó una
a, viendo frente a mí la silueta de una mujer con ropa oscura y cerrada, y
a cama grande y lujosa. Directamente frente a mí había una ventana enorm
ecenas de hombres con trajes militares y rifles en la espalda marchaban por la carre
bla árabe sonó tan repen
es y mirada maliciosa. Llevaba un vestido largo hasta el suelo y su cab
fundida, mirando hacia atrás
Diciendo estas palabras, la mujer levantó las ma
perdida. Ahora finalmente lo entiendo. No es tan fácil sa
, aparentemente, sin enten
tinuó. "Por lo general, las chicas nuevas viven en un har
n mi corazón grité en ruso. En momentos de ira,
e miró sin
niña?" Preguntó, fr
." Re
r lo que sonaba más fuerte. "¡Debes cuidar tu comportamiento! Miles de
s sobre el pecho. Bien, jugarem
é quiere tu
y juntó las palm
incipal árabe de esta casa la estaba esperando hoy. "¡Pronto te enviaré varias sirvientas, te
ente hasta la casa de baños, así que Sadyke, ese era el nombre de esta mujer
mujeres hermosas: rubias, morenas y pelirrojas; llenas y delgadas; altas y bajas. Involuntariamente me
os ojos de algunas que podría haber envenenado a todo un harén.
su preciado jeque y que ni siquiera quería estar en este
en el hamam y empezaron a frotar m
. "Soy capaz de lavarme." Me miraron co
agradable que olía a cítricos. No importa cuán bárb
después, apareció Sadika, acompañada de tres concubinas, cad
eparar para la noche con el emir! El pensamiento me hizo estremecer. Acostarse con un extr
habían traído sobre la cama, llamé a Sad
todo como si hubiera muerto, y después me vendieron a tu emir. Te pagaré dinero, sólo te ruego,
lemente, y en ese momen
ió el hombro. "Todo lo hará Alá. El Todopoderoso te envió
a las palabrotas en ruso, por lo qu