Chica para un bandido
ente conmocionada. Recibí una respuest
adre? Papá es un joyero corriente, eso es todo. ¿Qué conexiones podría tener con
z que conmovió a Sherwood cuando me violó
tuación. Tal vez entonces logre llegar a este monstruo, en cu
damente bajé las escaleras y me encontré en un largo pasillo. La casa estaba en sile
de esperar, al día siguiente, casi todo mi cuerpo estaba cubierto de moretones. Este h
volví hacia las escaleras. Qué
te hombre con una voz desdeñosa. Aer
vacilante, mirando h
rías hablar con Ae
me agarró del codo y tiró de mí. Traté de resist
pero, aparentemente, en su jerarqu
y sus pequeños ojos verdes miraban directamente a
antes de entrar y Thomas abrió la puerta de inmediato. Quizá
lgo con atención. Junto a él había otros tres ho
rme, Sherwood entrecerró los ojos. Me par
scoria aquí?" Gr
él que me enfermé un poco. Sabía que Aeron
Dijo Thomas como si hablar con su jefe fuera un capricho m
indiferencia en sus ojos poco a poco empezó a dar paso al desprecio. M
." Dijo
dejó de
tu familia, amiga? Déjal
irada dura. El hom
a!" Gritó el mismo pelirrojo. Me parece que si se parar
decirlo
rsona. Aeron ni siquiera necesitó levantar la voz para llamar a s
dos. El pelirrojo me midió con esa mirada, como si fue
as personas se rieron. Me
e de un pie al otro. Quería hablar con él, pero no
emanas vas a volar a Moscú. Hasta entonces, tienes que sentarte
que estaba habla
na pequeña sonrisa
larás a t
r la puerta. El miedo dio paso gradualmente a la
s no parece mucho. Aunque, por otro lado, ¡esto es much
hombres no descansarán hasta llegar a él. No
jado por Europa en los últimos años y nuestra última conversación telefónica tuvo lugar hac
e destruido, y ahora nunca s
, encontraría la manera de contactar a la policía. No importa cuán rico e influ
eña esperanza de salvació
itación, tres baluartes salieron a mi encuentro. Apreté mis manos e
ra no chocar con ninguno de ellos. Y cuando me pareció que
olor a humo golpeó mi nar
mismo patán me apretó contra la pared y l
nrió, gritando estas palabras justo e
Los otros dos apretaron mis brazos y piernas, y al mismo ti
detrás de unos jeans oscu
eza tan fuerte como pude hasta que mi mejilla sintió una s
la y luego mis labios. Trató de abrir mi boca con las manos, pero
o que estaba diciendo, pero estaba feliz d
ente a mis ojos, solo me viniero
ja de un t
a ven
ra obtendrá lo q
n aterrizó en la nariz del matón, que estaba tratando de
o a hacer lo que quiera con ella. Debes tratarla como mi propiedad. Si veo tus
que hombres tan fuertes retrocedan como niños asustados.
rré los ojos, pero solo empeoró. La o
esmayarme fueron unas manos gr